Estos dulces que conocemos con los nombres de rosquilla, dona , berlina o berlín es un toro o rosco. Su nombre en Húngaro es Fank, en Rumano es Gogoasa, en Ingles Doughnut. Los llamemos como los llamemos los preparamos igual, con una masa de pan dulce friéndolas en grasa de cerdo, manteca o aceite de girasol.
Mi abuela lo tenia claro, si quieres hacer unos Donuts, esponjosos y gorditos, tienes que cuidar las medidas, que son: 30 gr de levadura fresca -ni mas ni menos eh?- 1 kg de harina de repostería -la mas blanca que puedes encontrar!!!- y a esta le añadimos 3/4 de leche entera, un huevo grande, 100 gr de azúcar y una pizca de sal.
Algo muy importante es el tiempo para levar. Una hora y media para esto, después de lo cual la cotramos y volvemos a dejar reposar media hora.
Es muy importante porque así vamos a conseguir estos Donuts gorditos. Si no nos saldrán unas cositas aplastadas, que ni van ni vienen.
Los Donuts clásicos son los que van rebosados en azúcar glas, los Donuts de mi abuela son los que van rebosados en azúcar glas y nueces picadas muy finas. Es una mezcla para rebosar que se utiliza muchísimo en la cocina repostera Húngara.
Solo se necesitan 1 minuto en el microondas y están como recién hechas.
Lo que si puedo decir, que hay que usar como un litro de aceite, en una sarten con doble fondo. El tamaño... pues de unos 27 de diámetro, aquí caben 4-5 Donuts para freír. El aceite debe de sestar bien caliente, pero a la hora de freír no hay que tener el fuego a tope porque así se nos van dorando demasiado rápido y no se hacen por dentro.
Yo preparo Donuts sin agujero, y no me salen crudos, podéis encontrar la receta aquí .
El secreto es no freírlos de golpe!
Hay que ser imaginativo a la hora de decorarlos aunque es mejor no pensarlo demasiado porque al mínimo descuido desaparecen
No, no son cebras, es mi forma de decorar los donuts....
Podemos cortar los Donuts con un vaso, pero si tenéis este tipo de cortadores, que podemos encontrar en los chinos, van muy bien. Para cortar el agujero del centro, podemos utilizar un tapón de botella de agua, o si disponemos de cortadores de galletas pequeños y redondos aun mejor.
Los centros que queden también podemos freír y rebosar en azúcar, pero esto no os lo puedo enseñar, porque las niñas los cogen y los comen según los voy sacando de la sarten.
Si comparáis los dos fotos vais a ver de lo que hablo.
Yo los acompaño con un buen libro, jaja, que voy leyendo a no se cuantas veces ya, es que hay clásicos que no aburren, da igual si ya los has leído una vez, o como yo, una vez en rumano, otra vez en húngaro y ahora en español. Me encanta leer. Leí así los "Lo que el viento se llevo" en tres idiomas, y "Los cumbres borrascosas! O algunos de las novelas de guerra de Sven Hassel.