Una de las grandes aportaciones del Festival de Sitges ha sido, en las últimas ediciones, la proyección de una nutrida selección de largometrajes asiáticos. Muchos de ellos ni siquiera han encontrado exhibición comercial en nuestras salas, otras han ido a parar directamente al mercado doméstico.
Pero ha permitido a sus fans descubrir y encontrarse con un cine innovador, moderno y distinto. La surcoreana Doomsday Book, estructurada en 3 episodios independientes, y codirigida por Kim Je-woon y Yim Pil-sung, era uno de los platos fuertes, acercándonos además al lema del festival este año, el del apocalipsis final.
De los dos directores, Kim Je-woon es el más célebre. No se ha estrenado en los cines españoles ninguna de sus películas, pero sí en DVD y Blu ray títulos notables y excelentes como A Bittersweet Life; Encontré al diablo —que causó furor, por ejemplo, en su presentación en el Festival de Donosti hace 2 años—, o El bueno, el malo y el raro.
'The Day' y 'Branded', exhibidas en Sitges, también han tratado el tema Como si se tratara de la mítica serie The Twilight Zone (La dimensión desconocida), pero a la coreana, en el primer episodio —dirigido por Yim Pil-sung—, una manzana podrida y contaminada generará, a modo de plaga bíblica con reminiscencias al pecado original, un terrible virus que convierte a los ciudadanos en zombis hambrientos de carne humana.
En el segundo, realizado por Kim Je-woon y el que más ha gustado, los monjes de un monasterio budista creen haber encontrado en un androide a la reencarnación del mismo Buda. Un experto informático será el encargado de dictaminar si el robot en cuestión es defectuoso o en si su inteligencia y misticismo hay algo más. Titulado Heavenly Creature (Criatura celestial), es también el segmento que ofrece una visión más sutil del posible fin del mundo, con las máquinas sustituyendo, quizá, a los humanos.
El tercero, codirigido por los cineastas, es la alucinante, absurda y divertida odisea de una niña que sólo con una bola de billar —para más datos, la número 8 negra—, y una misteriosa web, de origen alienígena, puede provocar la colisión de un artefacto, la mencionada bola de billar, contra la Tierra.
Divertida, chocante, formalmente muy bien rodada, irregular, Doomsday Book se ha convertido en una de esas rarezas a descubrir que nos trae Sitges, y una prueba más, aunque esta vez tampoco el mejor, del talento procedente de Surcorea.
No fue la única en traernos esta mirada hacia el armageddon en el certamen. The Day nos situaba en un mundo postapocalíptico, o Branded nos advertía de los excesos del consumismo. Y por la tarde de este viernes, se ha preparado una mesa redonda son diversos nombres relacionados con el cine, el citado Yim Pil-Sung, Aleksandar Dulerayn y Jaime Bradshaw—directores de Branded—, y los hermanos Álex y David Pastor—ultimando la postproducción de la apocalíptica Los últimos días—, para debatir sobre el asunto.
¿Esto se acaba? Al menos en Sitges el festival acaba... de empezar.
Fuentes: 20 Minutos.es