Iniciamos esta semana con la celebración del Día del Sueño Feliz que se comenzó a realizar en el 2012 y que anualmente cada 29 de junio renueva fuerzas para detener el impacto de teorías que crean falsas expectativas sobre el sueño de los bebés y niños.
Esas que abogan por métodos poco respetuosos e incluso, que llegan a caer en lo irresponsable, recomendando técnicas para enseñar a dormir a los pequeños como si en lugar de seres humanos, se tratara de animales que necesitan ser acallados.
Fotografía de Voy en BigStockPhoto
Lo que significa dormir felices
Para los adultos dormir felices estará condicionado a nuestras experiencias previas, a nuestras expectativas pero en los pequeños ese “dormir feliz” es algo más sencillo e instintivo. Creo que podemos estar de acuerdo que en general, dormimos felices cuando no tenemos preocupaciones.
Ya que nuestros hijos son nuestros tesoros mas preciados, mi reflexión va hacia lo que significa para ellos.
Sentirse seguros.
Para los bebés la forma que tienen de sentirse sin riesgo es cuando están en contacto con los únicos seres que reconoce: su mamá -en primera instancia- además de su papá.
En un entorno cómodo
Un lugar familiar que les sea acogedor y que sea cálido. Nuevamente ese sitio idealmente es el abrazo de mamá. Un espacio que le presenta olores, sabores y sonidos que conoce perfectamente.
Sintiéndose amado
Los bebes comprenden que son amados cuánto más perciben la cercanía de sus padres
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Y a final de cuentas la proximidad física es la mejor forma de comunicar sin barreras ese sentimiento que cada mamá tiene por su hijo: ¡amor absoluto!
No desperdiciemos esas poquísimas primeras noches que podemos hacer sentir a nuestros pequeños todo el amor que nos inspirar y verlos dormir felices, haciendo eco a consejos que van en contra de los propios instintos de protección que nos nacen como mamás.
¡Qué tengan felices sueños!
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