Según ciertas estadísticas, el 11% de los estudiantes universitarios duermen bien. ¿Que pasa con el 89% restante?
El dormir mal o pocas horas al día afecta la habilidad del cerebro de consolidar la información recibida así como los procedimientos. La falta de sueño tiene un impacto en la memoria y el aprendizaje.
En los estudiantes universitarios se observa que tienen muchas actividades en el día, lo que no les permite dormir las horas necesarias al día. Entre estas están, ir a la universidad, las tareas, practicar algún tipo de deporte, entrenar otro deporte, trabajar a tiempo parcial, cursos para adelantar y si les queda tiempo no lo emplean en descansar sino buscan algo más que hacer. Pero esto repercute en su salud y en su aprendizaje y memoria.
El aprendizaje tiene tres procesos cerebrales distintos: adquisición, consolidación y recuperación.
La adquisición es el proceso mediante el cual el cerebro recibe información, ya sea una lista de hechos o la técnica adecuada para disparar un tiro libre, y almacena esta información dentro de sus circuitos neuronales como una memoria.
La consolidación es un proceso que puede extenderse durante minutos, horas o incluso días, durante los cuales las conexiones en el cerebro se fortalecen, se extienden y, en algunos casos, incluso se debilitan, de modo que la memoria termina en una forma más estable y útil.
Recordar es el último paso importante en el aprendizaje, en el cual el cerebro accede y utiliza la información almacenada, a menudo recordando lo aprendido. Como también los recuerdos.
Es necesario dormir lo necesario, entre 7 y 9 horas al día.