Dormitando

Por Drunkerito

Antes por que era agosto y ahora por que es el inicio del año laboral, ando algo despistadillo al regreso de las vacaciones y, encima, si le unes a que estoy ultimando el PFC para licenciarme de una vez por todas, se obtiene como resultado que este humilde blog se encuentre exactamente igual que esta lagartija colilarga (Psammodromus algirus): ¡¡¡DORMITANDO!!!

Prometo ponerme las pilas y en breve volver a postear. Por si alguno tiene ganas de leer algo mío enlazo mi última entrada en El ojo de Darwin sobre criptozoología. CRIPTOZOOLOGÍA: MONSTRUOS Y QUIMERAS
Los gravoides se caracterizan por presentar un cuerpo vermiforme y una tremenda voracidad. Carecen de ojos y sus días transcurren bajo el suelo del Perfection Valley en Nevada (E.E.U.U.).
El guionista de “Temblores” simplemente tuvo que basarse para crear los monstruos de su película en un famoso críptido. De hecho, si sustituimos graboide por olgoi-khorkhoi y Perfection Valley por el desierto de Gobi mongolés, tenemos una rápida y perfecta descripción del gusano intestino de la muerte mongol u olgoi-khorkhoi. Bueno habría que añadirle su extrema ponzoñosidad, capaz de expulsar el veneno a distancia, y su increíble habilidad de producir mortales descargas eléctricas. Es curioso pero únicamente lo han visto nómadas mongoles y, a pesar de las diversas expediciones en su búsqueda, no existe ni una sola foto, vídeo o similar que intuya un ser físico real detrás de la leyenda. Claro que como excusa se podría decir que el Gobi ocupa una gran extensión. El primer occidental en fijarse en las historia del olgoi-khorkhoi fue Roy Chapman Andrews en los años veinte del pasado siglo, eso sí dudando seriamente sobre la verdadera existencia de éste. Posteriores autores han intentado poner cara a esta supuesta criatura, desde anfisbénidos, hasta serpientes, pasando por algún tipo de cecilia gigantesca.