Hoy, en la Casa de la Provincia de Sevilla, pueden contemplarse las fotografías de prensa tomadas de aquella tragedia, de los cuantiosos daños producidos y, sobre todo, del tesón de un pueblo laborioso, educado y dispuesto a superar el golpe con ese tesón silencioso que caracteriza a Japón. Son imágenes impactantes, no por mostrar el aspecto morboso del dolor, sino simplemente por esa pulcritud sentimental con que refleja los daños enormes de una calamidad de la naturaleza y el esfuerzo ímprobo que realiza el pueblo japonés para retornar a la normalidad. Un denodado ejercicio de voluntad para vencer las adversidades y permanecer de pie, como ese árbol superviviente del tsunami, que tan bellamente representa la esperanza. No se la pierdan.