Dos caras de la misma moneda

Publicado el 24 abril 2010 por Javiermadrazo

Cayo Lara

El Coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, dijo ayer verdades como puños, al asegurar que el bipartidismo es el responsable directo de la situación de paro que atravesamos, la corrupción generalizada que sufrimos y la involución democrática que nos amenaza.  PSOE y PP representan, en la práctica, las dos caras de una misma moneda, que no es otra que la defensa a ultranza del capitalismo, la monarquía y el centralismo; el precio a pagar es el descrédito de la democracia, la pérdida de confianza en la política, la falta de credibilidad de la justicia y la negativa a reconocer el derecho de la ciudadanía a expresarse en libertad y a ser tomada en consideración.

PSOE y PP gestionan, con políticas parecidas, un sistema injusto e insolidario, basado en el poder de la banca y la patronal, que son, en definitiva,  quienes marcan las reglas de juego; Zapatero y Rajoy se limitan a obedecer. PSOE y PP amañaron la transición con Juan Carlos I y los poderes fácticos del franquismo para blindar una Constitución que ampara a la Monarquía, niega la República, consagra el modelo de libre mercado, rechaza la participación ciudadana, más allá de las convocatorias electorales, y bendice el bipartidismo, que excluye la voz y la representación legítima de la izquierda en las instituciones del Estado. Es evidente que no quieren testigos incómodos ni discursos críticos.

Entre PSOE y PP, no nos engañemos, sólo hay matices; sus posiciones son siempre coincidentes en las cuestiones clave, por mucha imagen de confrontación y enfrentamiento que nos vendan en los medios de comunicación.  Una lectura sosegada de las actas de votaciones en el Congreso de los Diputados demuestra que PSOE y PP son más que primos hermanos; riñen, pero nunca rompen relaciones y cuando se trata de salvar privilegios y prebendas corren el uno en auxilio del otro, y viceversa, porque saben que su suerte está unida. El mejor ejemplo lo tenemos en su oposición a la reforma de la Ley Electoral, tan injusta como antidemocrática, lo que no impide que Zapatero y Rajoy se unan para defenderla.

Ahora escenifican una vez más un viejo papel, un falso remake, en el que PP y PSOE fingen estar divididos en relación con la investigación de los crímenes de lesa humanidad cometidos bajo el franquismo; pués bien, qué queréis que os diga; para mí, en el fondo, no hay tal diferencia. Es cierto que la derecha más reaccionaria quiere inhabilitar a Baltasar Garzón por haber destapado el caso Gürtel, en una vendetta más propia de la mafia que de un partido líder de la oposición, pero es igualmente cierto que más allá de defender con la palabra al juez de la Audiencia Nacional, el PSOE no ha dado un solo paso para garantizar la justicia, la verdad y la reparación que las víctimas de la dictadura merecen.

El Gobierno Zapatero puede y debe hacer mucho más y la izquierda política, sindical y social tiene que exigirle que se moje de verdad y colabore con la justicia, depurando responsabilidades; no cabe ninguna amnistía para los crímenes de lesa humanidad, y el PSOE lo sabe, pero se escuda en que la ley que nos colaron en 1977 ha cerrado esa etapa y esa opción. No hay voluntad de llegar más allá de compromisos testimoniales y por ello propongo que todas las marchas de apoyo a Baltasar Garzón se transformen en marchas de reivindicación para que desde el Ejecutivo, con todos los instrumentos que tiene a su alcance, se esclarezcan todas las desapariciones forzosas y se imponga al Rey la obligación de pedir perdón por su adhesión al franquismo. Mientras esto no ocurra, para mí PSOE y PP serán cómplices de la impunidad y el silencio porque ni uno ni otro, en los últimos treinta y cinco años, han impulsado la verdad, la justicia y la reparación.   No lo hizo Felipe González, mucho menos todavía Aznar, por razones obvias, y tampoco lo hará Zapatero, que quiso lavar su conciencia con una Ley de la Memoria Histórica, tan pobre de contenido como insuficiente para las víctimas y sus familias.