Hay dos puntos innegociables e imprescindibles para sanear el sistema político español y sin los cuales no habrá regeneración y todo seguirá igual. Uno es la detención y puesta a disposición judicial con todas las garantías para la sociedad de los consejeros saqueadores de todas las Cajas de Ahorro españolas y otro, la desaparición de los actuales partidos políticos corruptos, es decir, todos los que se sientan en el Congreso de los diputados y resto de instituciones y son miembros activos del saqueo continuo a los ciudadanos y de la ruina económica, política, social y moral que ha caracterizado a éste régimen de corrupción política institucionalizada.
Sin duda alguna la responsabilidad de lo que está pasando tiene esos actores protagonistas, actores que, junto con sus organizaciones, asociaciones, sindicatos y resto de la red clientelar que los mantiene en ese territorio de privilegios e impunidad que es la política en España, tiene secuestrada y sin voz a la sociedad, la cual es condenada a ser victima de los desmanes de esta tiranía y pagana de sus desfalcos, despilfarros y saqueos al por mayor.
Hay países donde la corrupción no se percibe en la sociedad, bien por su tradición y su ausencia de una cultura política democrática o bien porque el saqueo se produce directamente de sus riquezas (petróleo, oro, gas y resto de recursos naturales) pero en un país donde el 92% de sus recursos proceden del esfuerzo de sus ciudadanos, es decir del bolsillo del contribuyente, el corrupto y el saqueador políticos deberían ser colgados de los huevos en la plaza mayor de cada pueblo porque significa un doble atentado, roban parte del progreso de ese país y roban el sacrificio que ese ciudadano hace por su país, en el caso español ese sacrificio es exactamente mas de 170 días al año trabajando para el Estado o lo que es lo mismo para que se lo lleven sinverguenzas, vividores, trepas, enchufados y resto de la fauna de parásitos que conforman un régimen de corrupción.
Tanto las Cajas de Ahorro como los partidos son el núcleo de concentración de parásitos, golfos y vividores que mas daño han hecho, sin olvidarnos de sindicatos, patronales y resto de la constelación de organizaciones satélites que, además de taponar a la sociedad civil y hacer el trabajo sucio del régimen, disponen de multimillonarias subvenciones como gratificación por su mercenaria ayuda al sistema. Un sistema de tiranos que anula a la sociedad, que la saquea y que la enfrenta porque esa es su principal función, tener una agenda propia al margen de los problemas reales para poder seguir con el negocio. Es el caso del aborto ¿A quien coño le importa el aborto en estos momentos con la que está cayendo? Sin embargo es lo que de nuevo divide a la sociedad en dos bandos haciéndonos olvidar que Blesa, Hernandez Moltó, Narcis Serra, Jose Luis Olivas y resto de consejeros de todos los partidos y sindicatos nos han robado a manos llenas y siguen sin ser procesados. Ellos son los culpables de los desahucios, del cierre de cientos de miles de pymes, de los consiguientes despidos, de la miseria, de los suicidios que no se cuentan y que son la primera causa de muerte violenta en nuestro país. Sin dejar esto resuelto jamás saldremos adelante, ni con bonanza económica ni con abrazos fraternales entre partidos. Esto necesita una causa general de los ciudadanos contra el régimen político que los ha saqueado si se quiere partir desde cero con un sistema político decente. Lo demás es dejar en manos de quien ha causado el problema la solución del mismo. Y eso a nadie se le escapa que sería una indignidad como ciudadanos. Ni a la Alemania nazi se le ocurriría dejar a HItler la regeneración del país ni a la URSS dejarlo en manos de Stalin. Pues en un régimen de chorizos no hagamos al chorizo el lider de la regeneración y la decencia, al contrario, la decencia pasa por acabar con los chorizos y en España están localizados y señalados; Cajas de Ahorro y partidos políticos.
El gran historiador Eric Hosbawm dejó una gran frase para la historia queno debemos olvidar en estos tiempos.
“No sabemos a dónde vamos, sino tan sólo que la historia nos ha llevado hasta este punto y por qué. Sin embargo, una cosa está clara: si la humanidad ha de tener un futuro, no será prolongando el pasado o el presente. Si intentamos construir el tercer milenio sobre estas bases, fracasaremos. Y el precio del fracaso, esto es, la alternativa a una sociedad transformada, es la oscuridad”
Carlos RH