Dir. Jean-Pierre y Luc Dardenne Pro.: Jean-Pierre y Luc Dardenne, Denis Freyd Gui.: Jean-Pierre y Luc Dardenne Int.: Marion Cotillard, Fabrizio Rongione, Pili Groyne
Los hermanos Dardenne ocupan un lugar capital en el cine europeo contemporáneo. Han dirigido –y han escrito y producido- películas importantes, comprometidas y hermosas como Rosetta (1999), El hijo (2002), El silencio de Lorna (2008) y El niño de la bicicleta (2011). En sus argumentos no hay héroes –tampoco villanos- ni aventuras extraordinarias en lugares exóticos; a menos que entendamos por tales las vidas de las gentes que luchan a brazo partido por salir adelante en cualquier rincón de algún país como el nuestro. Gente corriente, que casi siempre correría el riesgo de pasar desapercibida, si no fuera por la decidida mirada de estos cineastas.
Su desolación es infinita. Solo encuentra una remota esperanza cuando una compañera se ofrece para ir con ella a ver al director, contarle los manejos del jefe de personal y pedirle que se repita la votación. Casi con sorpresa, Sandra ve cómo el hombre accede; y tiene entonces un fin de semana por delante para hablar con sus colegas y conseguir que cambien de opinión y se pongan de su parte, aunque para ello tengan que renunciar a la prima. Son dieciséis empleados, así que necesita asegurarse al menos el voto de nueve para tener mayoría.
Y empieza entonces un angustioso peregrinaje puerta a puerta, cara a cara. De algunos compañeros, Sandra no sabe ni el teléfono, ni dónde viven, por lo que el comienzo es doblemente dificultoso. Poco a poco, va consiguiendo localizarlos, e incluso arrancar alguna vaga promesa de aceptar la nueva votación y reconsiderar la primera opinión. Pero el plazo parece demasiado corto: sábado y domingo son dos días complicados para recorrer la ciudad de punta a punta, encontrar a sus interlocutores y llamar a su puerta y a su corazón.
Esta vez, además, han tenido de protagonista a una estrella, lo que no es habitual en su cine. Claro que, en realidad, Marion Cotillard no es una estrella, es una actriz: una extraordinaria actriz, dúctil, potentísima en su aparente fragilidad, sincera y versátil, capaz de ser inmigrante polaca o diosa de la costura, inválida o bailarina, sueño fugitivo o heroína de leyenda; dueña de una fotogenia cautivadora y de una fuerza que atraviesa la pantalla. Es capaz de interpretar hasta de espaldas a la cámara; y cuando la mira, el objetivo se llena de verdad y de hondura: una maravilla.