Esta es una crónica bárbara sobre dos Españas, una de los cuales comenzó a llamarle a la otra en un debate más de una docena de veces indecente, sin que esta le respondiera calificándola de pendenciera y matonil.
La España acosada calló y apareció como apacible ante millones de ciudadanos que analizaban a ambas Españas. Muchos pensaron que excesiva apacibilidad es cobardía.
Creía que su sosiego ante aquella agresión ajena a lo que las reunía -- explicar qué haría cada una si gobernaba la España real a partir de 2016--, le granjearía la simpatía mayoritaria.
Pero lo que se ganó pocos días después fue el tremendo puñetazo de un joven con la mente calentada por las acusaciones a su indecencia.
Es lo que se merece, nadie había escarmentado a esta España, he tenido que ser yo, dijo, el supuesto héroe sabiendo que tras las denuncias de la España pendenciera muchos otros querrían hacer igual... PULSE ABAJOP PARA SEGUIR LEYENDO Y VER A SALAS...