Precisamente en eso, en dos fuegos de artificio, me parece que es en lo que se queda ‘2 Guns‘ la nueva película de Denzel Washington y Mark Walhberg, atracción rápida pero de fácil olvido. La cinta de Baltasar Korkamur (Contraband) adaptación de una novela gráfica de mismo nombre, empieza bien, con ritmo y una buena primera secuencia que invita a sentarse a disfrutar ante una buena película de acción; pero el filme del director islandés se va diluyendo según avanza el metraje.
Los misterios e interrogantes que en su primera media hora plantea ‘2 Guns‘ se acaban perdiendo entre persecuciones, peleas y disparos; para culminar con un excesivo tiroteo a tres bandas con helicóptero incluido, y una incomprensible e innecesaria estampida de ganado de por medio.
Sin embargo no creo que todo naufrague en esta cinta, que eso sí, no pasa por ser otra película más de acción del montón. El dúo protagonista mantiene el nivel en ellos esperaba, y no solo con actuaciones en solitario; la química que juntos transmiten mejora sin duda, y desde el primer momento, el fondo del filme. Mark Walhberg se desenvuelve como en él es habitual en este tipo de películas, que forman la parte esencial de su filmografía; actuación medida, sin excesivos aspavientos y derrochando carisma en la pantalla. Denzel Washington, actor por el que siento gran admiración, es hombre acostumbrado a alternar proyectos interesantes como ‘El Vuelo‘ o ‘American Gangster‘, con genuinos Blockbuster como ‘El libro de Eli‘ o ‘Imparable‘, y en ‘2 Guns‘ no desentona lo más mínimo pistola en mano; se nota que el actor disfruta cambiando de registros y haciendo películas destinadas al disfrute rápido.
Y si excesivo me resulta el climax del filme, lo mismo cabe decir de Bill Paxton cuya interpretación de un agente de la CIA demente y sádico me descoloca por completo, sus diálogos repetitivos y el sinsentido de muchas de sus acciones me hacen pensar más en una caricatura que en un retrato de psicópata.
‘2 Guns‘ es al final una película de acción, no es ni de lejos de las mejores que hay, ni que habrá, pero un par de contadas escenas, el gran trabajo del dúo Washintong – Walhberg, y su medida duración, escasa hora y media, hacen de ella un buen entretenimiento. Así fue en mí caso que aunque esperaba algo más y salí con mucho de lo mismo, disfrute con ese rato de cine.
Antonio Ramos