Apenas en dos semanas y ya sin competencia directa por ese puesto por la venta de ‘El Pipita’, este cambio de Karim Benzema puede explicarse por esta serie de motivos:
Menos competencia, menos presión. Karim está liberado de la competencia diaria con otro delantero que garantizaba una buena suma de goles y que ha sido el titular habitual en las últimas temporadas en las que ha coincidido con él.
Confianza total de Ancelotti. “Es un delantero muy fuerte y muy importante para nosotros”. En el modesto castellano que de momento maneja el nuevo entrenador del Real Madrid frases como esta y el hecho de ser, con permiso de Álvaro Morata, el único delantero centro de referencia hacen que su técnico tenga que creer en él sí o sí.
La presencia de Zidane en el cuerpo técnico. Es el ídolo del jugador y ahora está más cerca de él gracias a ser uno de los asistentes de Carlo Ancelotti. El pasado fin de semana en el partido ante el PSG se les vio charlando animadamente en el autobús del equipo y Zizou afirma que da buenos consejos a su compatriota.
La favorece el nuevo estilo de juego. Aunque Benzema es un delantero rápido y que puede resolver al contragolpe, el ataque en estático y de más toque que está dando Ancelotti al Real Madrid le favorece. Su calidad y poder jugar lejos del área le permite asociarse mejor con los jugones como Isco u Özil.
Efectividad creciente. Si en anteriores temporadas se le acusaba de falta de intensidad, esta carencia no era discutible con su buena puntería, ya que está demostrado que es un delantero que fabrica o dispone de pocas ocasiones de gol. En el partido ante los Galaxy, marcó dos goles muy diferentes, uno en carrera y otro de cabeza tras rematar un centro desde la izquierda, en las pocas acciones de juego en las que participó durante los 45 minutos que estuvo en el campo.