La trifulca se pudo solventar finalmente con presencia policial. Fuentes cercanas a uno de los equipos de fútbol que se vieron afectados por este suceso (y en los que juegan niños de entre 6 y 7 años) calificaron ayer lo sucedido de "hecho aislado", y pidieron que no se empañe el trabajo que se realiza con estos escolares "con la actitud de estas personas".
Lo cierto es que no es la primera vez que sucede algo así en Gijón esta temporada. A finales del año pasado un árbitro tuvo que detener un partido de críos de cinco años por la actitud de los padres, aunque entonces no se hizo precisa la presencia policial.
En otros campos de Asturias también se han producido algunos problemas recientemente. En Avilés, la Policía Local tuvo que acudir al encuentro entre el Avilés Deportivo y el Sanfer de categoría benjamín después de un incidente entre un entrenador y un árbitro. El asunto no pasó a mayores.
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