Dos mil millones de personas en una jaula

Publicado el 29 abril 2011 por Elhombredelpiruli

España alcanza ya los 4,9 millones de personas en paro. Pero nadie se mueve. Solo se percibe una cierta actividad cerebral cuando el Real Madrid y el Barcelona juegan su enésimo partido. Entonces sí, una pizca de indignación se registra en los medidores de Atonía Social. En Londres hasta ayer había protestas por los recortes sociales del gobierno conservador de Cameron.
Hoy se escenifica una boda real que ha hecho enloquecer a los británicos y que será seguida, según nos cuentan, por dos mil millones de personas en todo el mundo. Los medios de comunicación relatan cada detalle de la ceremonia, cada minuto del desarrollo de la farsa.
El poder económico (que es también el político) sabe cómo gasear a la población para adormecerla, para que olvide la ignominia a la que la somete cada día, con despidos, recortes sociales, encarecimiento de servicios básicos como la educación, el transporte o la sanidad. Destrucción de su bienestar, en suma.La plebe humillada se siente mucho mejor cuando se le permite asistir a la pompa y el boato de sus verdugos. Se identifica con ellos y hasta los ama al verlos pasar en sus carrozas al otro lado de la valla o a través de la televisión. El narcotizado ciudadano tiene la sensación de que esos personajes -usualmente inalcanzables y altivos- se ponen al alcance de su mano, casi puede tocarlos, se acerca a ellos tanto como el visitante del zoo lo hace con los animales presos. Casi puede lanzarles cacahuetes.Qué gran engaño, qué genial timo este que nos pegan. No son esos pisaverde los que están en las jaulas del zoo para que nosotros los observemos. No. Es al revés. Es la plebe la que está enjaulada. Dos mil millones de personas de todo el mundo enjaulados como monos, como bestias hambrientas que sacian su avidez de estupidez gracias al paseíllo que ante ellos hace esta cuadrilla de payasos ataviados con uniformes, pamelas y vestiditos de diseño. Eso sí, mañana,  de regreso a la dura realidad del consumo, la hipoteca y el paro para seguir contribuyendo al mantenimiento del obsceno nivel de vida de esta caterva de vagos explotadores.Cuando la ebullición de la adrenalina esté a punto de desbordarse de nuevo en nuestra venas, por la extorsión a la que nos someten cada día, ya pensarán nuevos espectáculos, nuevas carantoñas para que miremos para otro lado.  La que viene es la beatificación de Juan Pablo II