Dos millones de pájaros

Por Davidalvarez
Atardecer en el monte Gorbea (Bizkaia)
Hace unos días os hablaba en este blog del gigantesco dormidero de estorninos que se encuentra a las afueras de Uvieo y de cómo algunas aves rapaces aprovechaban esa inmensa concentración de aves para buscarse la cena.  Pues la semana pasada, aprovechando que me tenía que acercar por Euskadi a muestrear ranas aproveché para acercarme a otro dormidero, pero esta vez al famoso dormidero de Pinzones reales (Fringilla montifringilla) situado en el macizo de Gorbea y que se encontraba a escasos kilómetros de donde estábamos.
Este es el primer año que se concentran los pinzones reales en este sitio, ya que de hecho esta zona es visitada por muchas personas y pocas veces se había visto esta especie allí. Pero el pasado mes de noviembre, se descubrió la que probablemente sea una de las mayores, sino la mayor, concentración de aves de la Península Ibérica de cualquier especie. Seguramente las condiciones extremas registradas en el centro y norte de Europa durante finales de otoño hayan empujado a estas aves hacia el sur en busca de alimento, encontrando en el macizo de Gorbea y en sus alrededores una gran cantidad de hayucos, que son la base de la dieta invernal de los pinzones reales, y por eso hayan decidido quedarse este año.
Pinzones reales volando hacia el dormidero
Cuando llegamos al lugar donde se veían observando las aves durante los últimos meses aun era temprano y no se veía ni oía ninguno por la zona. Hasta que no empezó a oscurecer no aparecieron los primeros pinzones, primero en pequeños grupos y luego en grupos cada vez mas grandes hasta que aparecieron grupos de varios miles. Al igual que ocurría con los estorninos, al llegar no se posaban directamente en el dormidero, sino que elegían otra zona próxima, en este caso repoblada con Ciprés de Lawson (Chamaecyparis lawsoniana) y Pino de Monterrey (Pinus radiata).
Los bando volaban sin parar de un lado a otro hasta que pudimos observar que los causantes del ajetréo eran al menos un halcón peregrino (Falco peregrinus) y un Gavilán (Accipiter nissus) que les hacían pasadas continuamente, como ocurría en el dormidero de estorninos. Este acoso constante por parte de las rapaces hizo que pocos pinzones se atrevieran a cruzar la pequeña loma que separaba los cipreses de las hayas donde hasta ahora pasaban la noche. Debido a esto, aunque el espéctaculo ya resultaba impresionante no llegó a ser como en otras ocasiones, en las que según me comentaron, los dos millones de pinzones que se estimó que allí se agrupaban, pasaban ininterrumpidamente durante varios minutos seguidos hacia las hayas desnudas donde pasaban la noche.
Aunque en la foto de arriba se ve parte del inmenso bando, lo mejor es que veais este video grabado por Juan Manuel Pérez de Ana en el que se ve el trasiego de aves y os podréis dar una idea de la magnitud del dormidero. Por supuesto en esos dos minutos que dura el vídeo sólo pasan una pequeña parte de los pinzones.
La naturaleza nunca dejará de sorprendernos. ¡¡Iñigo y Jon, gracias por recodármelo una vez mas!!