La tragedia ocurrió cuando los 88.000 aficionados con entrada acudieron en masa al estadio Gelora Bung Karno. Pese a todo, el encuentro se juegó y Malasia ganó el enfrentamiento en los penaltis (4-3), después de la prórroga (1-1).
"Cuando entramos en el estadio, la gente estaba empujando para entrar. Me separaron de mi hermano. Después me dijeron que hubo una avalancha de gente y que había muertos. Busqué a mi hermano y lo encontré ya sin vida", aseguraba Helmi.
El triste balance suma además otro muerto y un niño de nueve años gravemente herido, que se encuentra en coma, mientras que otros seguidores han tenido que ser hospitalizados, según la prensa local.
Esta mañana, dos hombres fueron arrestados por quemar una taquilla tras conocer que el partido se jugó y no pudieron asistir.