Como dice Agustín en su blog: "Estos dos bebés fueron abortados mediante el método de provocar contracciones con prostaglandinas a la madre. Estas fuertes contracciones erosionan la piel del bebé, que por eso aparece en algunas zonas con un color más negruzco, y como resultado se produce un parto prematuro. En ocasiones los bebés nacen vivos, y hay que dejarlos morir. Pueden sobrevivir en agonía desde unos minutos hasta algunas horas".
Después de ver estas imágenes, difícilmente puede justificarse que el derecho de elección de unas personas pueda primar sobre el derecho a la vida de otros. No olvidemos que en este negocio hay mucho dinero: 1.655 euros es lo que cuesta un aborto de 22 semanas en la Clínica Isadora de Madrid. Afortunadamente, son muchos los médicos que se niegan a practicar un aborto. El 69% de los ginecólogos italianaos son objetores de conciencia y no practican abortos. Es Italia uno de los paises con más médicos acogidos a este derecho profesional: nadie puede estar obligado a actuar en contra de su conciencia.