Flaming Lips grabó su versión de Dark Side of the Moon junto a la banda del sobrino de Wayne Coyne, Stardeath And White Dwarfs, a Peaches y al áspero Henry Rollins y estas cosas mueven sentimientos. Por eso hoy le damos el micrófono a ambas partes y eligen su canción favorita del disco un fan de Pink Floyd y uno de The Flaming Lips.
Un oído.
Confieso que en principio una nueva versión de Dark Side Of The Moon no me resultaba interesante de por sí, pero tratándose de Flaming Lips tenía que probarlo aunque imaginé una humorada o directamente un delirio. Recordé cuando el Dub Side Of The Moon de Easy Star All Star climatizaba mi verano de 2003 a puro groove melancólico en un disco que a fuerza de carisma y novedad se ganó mis oídos. Después fue el propio Roger Waters el que se encargó de reproducir el disco completo en su gira de 2007. Y con todo esto una nueva versión del disco completo no me resultaba original. Claro que todos estos prejuicios infundados volaron como esquirlas de mi cabeza expulsados por el bajo distorsionado de Breathe. Los Flaming encaran el disco como si fuese el nuevo LP de la banda, lo hacen propio, con un sonido adulterado y más violento adaptando la clásica colgadez del original al estilo de hoy, que ya no está para un punteo pristino o un bajo sutil sino para algo más zerruchado y crudo.
En vacaciones suelo salir a caminar por la playa al atardecer ese rato antes de la noche con Dark Side en mis oídos, a veces con Wish You Where Here, y alucino con cómo los sonidos de Pink Floyd sincronizan con los de la naturaleza como si tuvieran la ecuación del universo y una ola rompiendo entra perfecto con el golpe de batería de Money. Tengo que decir que la versión de Breathe de los Lips consiguió el mismo efecto mientras caminaba por la calle y no pude más que sentir electricidad.
El otro.
Al escuchar cada nuevo disco de The Flaming Lips, tengo dos sensaciones que nunca dejan de repetirse al momento de buscar un qué decir. Una es que rara vez haya escuchado algo parecido, algo que me suene a otras bandas o incluso que me suene a Flaming Lips. La otra es que siento que están totalmente dementes. Genialmente dementes. Como ya lo habían anunciado, grabaron a gusto su versión de The Dark Side of the Moon, y si bien mantienen la estructura y el carácter conceptual del disco original, las canciones están tan hermosamente deformadas que alejan la comparación entre ambas obras. Recuerdo que la primera vez que escuché el disco de Pink Floyd, la canción que más llamó mi atención fue The Great Gig in the Sky. Alguien me dijo alguna vez que, al escucharla, sentía que la cantante hacía el amor con el piano. Flaming Lips consigue algo similar, con otra sensibilidad, en la grabación de este increíble LP. Por eso elijo este tema.
Agradecimientos: a Pablo Gonzáles y al danés sufrido.