A la otra orilla del charco, las políticas keynesianas han sido la vitamina que ha despertado a unos mercados deprimidos
Si Obama se hubiese presentado en Europa – decía esta mañana el politólogo en el claustro de Salamanca – probablemente no habría acariciado el éxito con sus políticas de estímulo. Es precisamente esta argumentación extraída de los paraninfos del presente la que explica el réquiem socialdemócrata en los habitáculos occidentales. Mientras en EEUU, el timón monetario está correlacionado con los vientos ideológicos. En Europa, sin embargo, el neoliberalismo anglosajón corta el bacalao con el cuchillo de los partidos. El espacio "merkeliano" – en palabras del economista – ha expulsado del círculo a los márgenes del Estado. Los paradigmas de la izquierda se han convertido en meras utopías en contraste con los logros alcanzados en los últimos años del siglo. En días como hoy, por mucho que se esfuercen Llamazares y Rubalcaba sus discursos tienen las alas cortadas en las jaulas de Bruselas.
El "Plan E" de Barack, o dicho de otro modo, las políticas de estímulos llevadas a cabo por la izquierda americana han sido la clave para descifrar el mandato rojo de Obama. Mientras en Europa, los Estados miembros ha abandonado a sus ciudadanos cuando éstos más los necesitan. A la otra orilla del charco, las políticas keynesianas han sido la vitamina que ha despertado a unos mercados deprimidos. Mientras en España, la desigualdad entre ricos y pobres ha aumentado como consecuencia del desmantelamiento literal del Estado del Bienestar. Los hombres de la Casablanca han luchado contra la Tea Party del Congreso para fortalecer los derechos laborales. Mientras las filas de Rajoy han debilitado el buque insignia de nuestra sanidad universal: copago, euro por recetas, restricción de derecho a inmigrantes sin papeles; las filas de Barack luchan a diario para emular nuestro modelo sanitario de los tiempos de Zapatero.
Por mucho que se esfuercen Llamazares y Rubalcaba, sus discursos tienen las alas cortadas en las jaulas de Bruselas
La victoria de Feijóo - decía esta mañana Isabel Durán, en el "día de menos pensado" de RNE – justifica el éxito de las políticas del PP. Decía la tertuliana que: "el Plan E de Zapatero solo sirvió para levantar las aceras de este país". A día de hoy, los "planes sin letra" de Rajoy, solo han servido para avivar la curva del paro. Con una Tasa de Desempleo del 25% y unas previsiones catastrofistas por parte de la troika merkeliana; sería conveniente – en palabras del sociólogo- mirar hacia el Oeste y tomar ejemplo de aquellos que, en su día, tomaron otra senda alternativa para salir de la penumbra. Ampliando las miras – como diría Chacón en al Rojo Vivo – podemos, entre todos, poner freno a una crisis sistémica cuyo principal problema no son los bancos ni los mercados sino la incompetencia de las élites para hallar sus soluciones.
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