Que no se confunda nadie: la Espe del título no es Esperanza Aguirre. La Espe del título es "Princess Beyoncé". ¿Y quién es "Princess Beyoncé"? Pues el bebé desencadenante de la historia de "Raising Hope", una de las nuevas comedias de FOX para esta temporada y creada por Gregg Garcia (Me llamo Earl).
En principio, no contaba con ver el piloto, pero Martha Plimpton (a la que he visto en la primera temporada de The Good Wife) y Twitter han sido los culpables de que al final haya invertido 23 minutos en esta "comedy trash". Cuenta la historia de Jimmy (Lucas Neff), el pringado de toda la vida, que una noche, y por caprichos del destino, se cruza con una asesina. Fruto de esa noche, nace un bebé, "Princess Beyoncé", de la que tendrá que hacerse cargo Jimmy tras ser ejecutada Lucy (la madre). De esta forma la lleva a su casa, donde sus padres (Martha Plimpton y Garrett Dillahunt) le dirán que la entregue a los bomberos. Entre las cuatro paredes también convive el primo de Jimmy (Skyler Stone), tanto o más pringado que el anterior, pero mucho más idiota, y la abuela senil (Cloris Leachman). A todo esto hay que sumar a Sabrina (Shannon Woodard), cajera del supermercado y en la que Jimmy ha encontrado a su media naranja.
Gracia, lo que se dice gracia, no me ha hecho, y mira que es difícil, que yo soy de risa fácil. Pues nada, salvo el gag de la vomitona, el resto me ha parecido muy soso. Tienen que tirar de la abuela, que puede tener mucho juego. Supongo que es cuestión de ver más episodios, pero me da a mí que conmigo tiene poco que hacer. Veré el siguiente para ver qué tal, y salvo que me tenga en el suelo todo el rato, será mi primera baja de la temporada.
The Whole Truth, uno de los dramas que estrenaba la ABC esta temporada, me llamó la atención en su momento porque tenía ganas de poner un drama legal en mi vida. Pero llegó The Good Wife y la cuota de juicios estaba más que cubierta. Aún así, y después de conocer su pésimo dato de audiencia, decidí que iba a darle la oportunidad que tenía en mente. En este drama legal presenciamos el avance del caso que ocupe cada capítulo desde el punto de vista de la defensa (Rob morrow) y desde la acusación (Maura Tierney).
Se presenta el caso y es entonces cuando entra en juego la particularidad de la serie: presenciamos cómo lo lleva cada una de las partes. Me gusta la forma de narrarlo, y los dos protagonistas (amigos de carrera) cumplen muy bien con su cometido. Para ello cuentan además cada uno con su equipo.
Tengo intención de quedármela, siempre y cuando la ABC la mantenga en parrilla, algo que es poco probable que suceda. De todos modos, y en caso de anunciarse la anulación, tengo The Good Wife para disfrutar del apasionante mundo del Derecho.