La palabra clave que me transmite esta película es “pereza”. Will Smith ha dejado un poco de lado su carrera para centrarse en explotar la de sus hijos, que son bastante abofeteables. Y el último intento de construirles una carrera es esta película, que no me atrae nada en absoluto. Eso no quiere decir que vaya a ser mala, porque no puedo saberlo. Lo único que digo es que no me veréis corriendo al cine para verla. Ni siquiera he visto Men In Black 3 aún.