Dos rutas Venezuela.Definitivamente, para que los venezolanos podamos intentar salir lo más pronto posible de esta monumental desgracia, que nos azota desde hace 19 largos y terribles años, debemos asimilar en todos sus puntos, a lo que realmente nos enfrentamos, en lo absoluto es una perogrullada, es vital asumir el carácter dictatorial del régimen para poder diseñar la lucha que debemos emprender, son dos rutas muy claras y diferentes Venezuela.La primera de estas rutas es nada más y nada menos, que la extensión de este funesto proceso “revolucionario” que nos gobierna desde el año 1999, a esta altura, el régimen está plenamente consciente de dos cosas capitales en su empeño de mantenerse, sabe que ya no cuenta con las mieles del apoyo popular, se reconoce en su fuero íntimo, en minusvalía electoral, si esta se realizara de manera transparente, y por supuesto siente sísmicamente la resistencia de importantes factores internacionales que saben realmente lo que pasa en Venezuela, algunos frontales desde el principio y otros que anteriormente mantenían un cómplice silencio de este mal que nos azota a los venezolanos.Pero las cosas sencillas, por claras que parezcan, en ocasiones no son tan simples, quienes gobiernan se han convertido en una pieza vital para otros actores no menos significativos en este mundo, los cuales por profundos intereses políticos o económicos, e incluso una combinación de ambos, juegan con nosotros su ajedrez de dominio y podríamos pasarnos años los venezolanos entre ese tira y encoge de factores externos, así que la entrega del poder por la vías diplomáticas, de sanciones, o humanitarias hace rato que dejaron de formar parte de la agenda de quienes entienden que fuera del poder, su futuro esta, para muchos de ellos, bastante cercano a barrotes y cercas, y muy lejos de yates y lujos.Y precisamente la extensión de esta ruta del hambre y miseria a la que me refería, está íntimamente ligada a factores internos, es impresionante ver como en la comunidad internacional democrática, existe un pleno reconocimiento de la verdadera naturaleza de este régimen y por eso muchos no entienden a esa parte de la oposición agrupada en la MUD, que decidió cohabitar incestuosamente con los restos de este Chavismo-Madurismo, no se escandalicen, es una simple aritmética electoral la que hacen estos factores, para esta parte de la oposición la apuesta no es mala en lo absoluto, ganan por cualquier lado, según sus cálculos participar en “elecciones” les va a dar piso político para acercarlos a su objetivo, si les reconocen la mayoría de las gobernaciones, y de las alcaldías cuando las realicen, mucho mejor, ellos saben que por esta ruta no se sale del régimen, pero eso no les preocupa, su plan es estar en los centros del poder, disminuidos o no, seguir negociando y confiar en que la presión internacional en algún momento incline la balanza a su favor, ellos estarán en la primera línea, no de lucha precisamente, pero primera línea al fin y al cabo, donde evidentemente tendrán la mejor opción de tomar los destinos de lo que quede de país.
Se dice que en política nada debe causar sorpresa y que enemigos de ayer tranquilamente pueden ser aliados mañana, sin embargo, me sorprendió ver como factores que yo pensaba estaban hechos de material de honestidad y transparencia política, hoy sucumben ante mezquinos y bastardos intereses, se utiliza cínica y manipuladoramente la paz, el amor y el dialogo para presentarse ante el país, cuando en el fondo el objetivo es la toma del poder, no importa si durante ese tiempo que dure las negociaciones seguimos dramáticamente deteriorándonos mucho más.La otra ruta Venezuela, es dura, nada fácil, incluso me atrevería a decir que hasta quijotesca puede parecer, se trata de intentar rescatar a nuestro país de esta nefasta dictadura, pero también de errores del otro pasado, he mantenido siempre que sin ser pendejo, es posible establecer una política decente que coloque en primer término a la gente y que se actué en consecuencia, debemos los venezolanos sabernos responsables de nuestro presente y constructores de nuestro futuro, nadie lo hará por nosotros. La ruta de la Venezuela posible está llena de obstáculos y profundos peligros, implica ir generando pequeños espacios en cada una de nuestras comunidades para poder ir avanzando, requiere de enlazar la lucha política con el avasallante drama social, no se puede seguir construyendo realidades a partir de ambiciones de personas o pequeños grupos de poder, es la combinación, de lo mejor del capital social del país que todavía nos queda, con las imperiosas necesidades de una población manipulada y engañada por décadas.La otra ruta Venezuela es la consolidación de una utopía que logre motivar a millones de venezolanos de que si es posible tener un país decente, donde puedas vivir, soñar, tener esperanzas y luchar porque tu esfuerzo, valor y conocimiento tengan sentido, es hacer creer que si podemos juntos lograr una vida plena.
Eduardo Sanchez @UNQUIJOTETwittearEnviar este artículo a tus seguidores