Dos Vinos Naturales

Por Smiorgan
Mi toma de contacto con los vinos naturales es muy reciente, y mis conocimientos al respecto bastante escasos, salvo lo que he podido leer, lo que me han enseñado algunos elaboradores como Samuel Cano o Rafa Bernabé, y lo que he podido aprender de otras personas, como Joan Gómez o Malena Fabregat. Lo que si se, es que lo que he probado me gusta, y me gusta mucho.
Otra personalidad, otras sensaciones, otras percepciones. Difícil de explicar, hay que probar.
Hace ya algún tiempo hemos podido saborear dos de estos vinos, que nos han puesto a todos grandes sonrisas en la cara, y nos han echo repetir eso de "queremos más como estos".
En la Ribera del Duero, Goyo García Viadero elabora un vino a partir de una viña centenaria, sin sulfuroso, sin tratamientos y con levaduras indígenas; criado en barricas borgoñesas usadas, sin estabilización por frío, sin filtrar. Se trata de Valdeolmos 2008 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza; Tinto Fino y Albillo; Goyo García Viadero). Viste un bonito picota capa media, ribetes violáceos algo granatosos. Buena nariz, con balsámicos elegantes de entrada, luego mucha fruta roja fresca y maderas de calidad muy elegantes y sutiles. Va ganando mucho con el tiempo. En boca es muy fresco, suave, con tanino muy elegante e integrado. Otra vez un vino natural que hace que alegremos la cara y el espíritu.
Por su parte, Ángel Pérez Rojo, también desde la Ribera, nos ofrece esta otra joya elaborada de forma natural, con maceraciones cortas, y crianza siempre en barricas de tercer y cuarto año. Las Tabaneras 2007 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza; Tinto fino, Albillo, Jaén; Ángel Pérez Rojo): muestra un color entre rubí y granate, de capa baja, con ribetes granatosos. Nariz delicada y agradable, licorosa, con fruta roja, notas florales y destellos lácticos y minerales. En boca es sedoso, suave y frutal, con un tanino muy dulce y un final de duración media. La naturalidad hace que este Ribera casi ni lo parezca. Delicioso.
El poder haber probado Valdeolmos se lo debo a David Bosch, viticultor de la Ribera que colabora con varias bodegas, y que tuvo a bien enviarme ya hace un tiempo la botella bebida, además de ponerme en contacto con quien lleva (o llevaba) la distribución de Las Tabaneras por estas tierras.
Si pueden hacerse con alguna de estas joyas de la naturalidad vinícola, no lo duden ni por un instante, sonreirán y disfrutarán.
Ah, me guardo un poco más de tiempo una botella de Las Tabaneras 2008, ya contaré.