Y si fuera poca la satisfacción por el triunfo, la emoción me ha inundado cuando, como siempre, he entrado el último al vestuario y toda la plantilla estaba esperándome entre aplausos para hacerme el mejor regalo y más emotivo que le pueden hacer a un "padre". Gracias todos y jamás olvidaré este auténtico detallazo.
Y si fuera poca la satisfacción por el triunfo, la emoción me ha inundado cuando, como siempre, he entrado el último al vestuario y toda la plantilla estaba esperándome entre aplausos para hacerme el mejor regalo y más emotivo que le pueden hacer a un "padre". Gracias todos y jamás olvidaré este auténtico detallazo.