En San Petersburgo, en el Museo de Dostoievsky, ¡diana!, pues me encontré, a la vez, con estas dos figuras (reales, aunque parezcan estampas.
Esta pertenece a una guía externa, que lideraba a un pequeño grupo de adeptos (así pude comprobarlo, en el recorrido) y que, salvadas las distancias... me parece muy ad hoc, pese al aire psicodélico.
Ahora bien, si bien la anterior figura me dio que pensar (porque la vi en movimiento y la seguí), lo que me tumbó fue esta otra ... la de la guardiana-burócrata....absolutamente imperturbable. Así la encontré al entrar, y así quedaba cuando me marché.
Y es que ya había deambulado por el San Peterburgo de Dostoievsky. Pero es otra historia.
Únicamente autentificados como pertenecientes a Dostoievsky, este sombrero: