Downblogging obligado por trabajo

Estoy en un downblogging obligado por el trabajo. Ese que me ha traído a la ciudad del Rimac y que me absorbe dieciocho horas al días de lunes a domingo. Sirva este post de reconocimiento y homenaje para todos aquellos que trabajan, duro, fuerte, lejos de sus casas y que con su esfuerzo personal y desgaste propio sacan adelante el trabajo: Yo mismo.Luego otros hay que ni trabajan duro, ni se desplazan, ni se sacrifican a si mismos y a sus familias, ni son positivos, ni tampoco aportan soluciones sino críticas destructivas a lo que otros, con duro trabajo, los primeros, construyen, pero de éstos, no son de los que quiero hablar. Estos lurkers/trolls profesionales no merecen mi recordatorio a estas horas 4:34 AM en Lima, 11:28 AM en Madrid, sino simplemente la reprobación de los primeros a los que alguna vez, muchas, hurtan el mérito y la gloria de los logros: Es normal, tienen mucho más tiempo para la "pequeña política de despacho", la maledicencia y el manejo cortesano.Sirva este (auto)homenaje para los primeros y recordar que volveré en pocos días. El tiempo que me queda libre no me "da" para pensar en lo que ocurre sino simplemente para las tareas de orden más básico y fisiológico, abluciones y un poco para twittear, y no demasiado. Ahí también se me puede encontrar: https://twitter.com/bonhamledUn saludo a todos los que me leen y no desesperen, volveré. Trabajos y pensamientos en la madrugada limeña sita en Recuerdos del día de mañana.Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.