Lata para plantar cara a la violencia de género.
Campaña de Paz y Desarrollo.
Quince mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año. Podrían ser dos más si se confirman dos nuevos casos este fin de semana. Y la cifra crecería espectacularmente si se tuvieran en cuenta las mujeres que se suicidan después de sufrir malos tratos.
A veces oímos que hay que combatir estas cifras. Pero no es una cuestión de números. En una vida no cabe la aritmética. Por eso hay que "Dar la lata" contra la violencia de género, sin esperar a que los informativos escupan una muerta más. Sin quedarnos callados hasta oír un nuevo grito. Sin aguardar ojos morados.
Porque la de la mujer es "la mayor historia de desamor jamás contada", como reza el lema de la campaña de Paz y Desarrollo para llamar la atención sobre el drama de que una de cada tres mujeres en el mundo están sufriendo algún tipo de maltrato.
Bajo el lema “Vamos a dar la lata”, decenas de voluntarios/as de Paz y Desarrollo han entregado 2.000 latas en el centro de Madrid a personas que acepten el reto de “conservar” un compromiso intacto contra la violencia de género. El acto de aceptar la ‘lata’ implica un compromiso individual de esa persona en la lucha contra la violencia de género.
La lata, además de un elemento simbólico, podrá usarse como portalápices o como recipiente, con el objetivo de que esté presente de forma visible en los lugares de trabajo o en los domicilios de las personas que han asumido ese reto.
Si sufres violencia de género o conoces a alguien que pueda estar sufriéndola, llama al 016, número gratuito del Gobierno que no queda reflejado en la factura telefónica.