Drácula de Bram Stoker

Publicado el 23 junio 2014 por Nina @NinaRapsodia
Drácula de Bram Stoker
Editorial Debolsillo ~ 9788497939462
En 1897 salía a la venta la primera edición de Drácula, escrita por Abraham Stoker, y en aquel entonces una más de las muchas novelas escritas, entre otros, por Robert Louis Stevenson, Rudyard Kipling o H.G. Wells, enfrentaban al hombre con los monstruos ligados a su inconsciente, mientras el recato y la fe en la máquina se convertían en dos mandamientos nuevos de la religión victoriana. Pero Drácula pronto se convirtió en un hito dentro del género de las novelas de vampiros; es el mejor que se haya escrito nunca. Pues sobre el oscuro telón de fondo de la sexualidad y el deseo reprimidos, la verdadera identidad del ser humano y los dibujados límites de la locura y cordura, la historia de Jonathan Harker, Mina y el misterioso conde Drácula planta sus raíces en nuestros miedos más atávicos.
Castillo negro allá voy

Primero que nada, no tenía en mente leer este libro. Pero fue cuando Yaiza de Arias de Agua propuso una lectura conjunta que inició el 1 de Junio, entonces le pedí prestado un libro a mi amiga de la universidad y me dispuse a iniciar la lectura. A decir verdad leí el libro prácticamente sola ya que la mayoría lo empezaron a leer cuando yo terminé (mira tu) entonces no sé si fue que yo leí muy rápido, o es que me mantuvo muy entretenida.
En fin. Muchísimos conocen de que va esta historia. La mayoría conocen sólo el nombre del famoso Conde Drácula, pero pocos realmente recuerdan de qué trata precisamente la historia que escribió Bram Stoker a finales del siglo XIX en la época victoriana y se convirtió en el libro vampírico por excelencia y el que inició el mito.
Jonathan Harker es un agente inmobiliario inglés que viaja hasta el lejano país de Transilvania, donde debe reunirse con el Donde Drácula, un hombre misterioso que ha comprado una propiedad en Londres donde piensa mudarse. El joven inglés se extraña por los extraños comportamientos de los habitantes de este país con los que se cruza: le hacen señales para evitar el mal de ojo y le piden casi rogándole que no vaya hacia ese castillo. Claro está, el los ignora y se dirige a este lugar tan lúgubre y solitario, sin antes pasar por un encontronazo con unos lobos. Cuando por fin llega al lugar, conoce a su cliente: es un hombre algo anciano, habla un perfecto inglés, es misterioso, meticuloso y de una apariencia algo amenazadora. Pero Jonathan no se daría cuenta hasta mucho después que se ha convertido en el prisionero del Conde y que el hombre tienen un plan entre manos.
Bueno, el resumen dice mucho pero ahora viene mi opinión. Primero que nada, este libro está narrado en forma de diarios. La novela inicia con el diario de Jonathan Harker, pero más adelante en la historia van interviniendo publicaciones de periódicos, diarios y cartas de otros personajes como Mina Murray, la prometida de Jonathan, la mejor amiga de ella, Lucy Westenra y otros personajes (seguro les sonará el Doctor Van Helsing). Creo que esta narración nos ayuda a conocer a los personajes, los variados puntos de vista de los hechos además de que le añade dinamismo a la historia. Obviamente habrá quien no le guste la narración, pero a mi no me ha molestado y claramente es un libro escrito hace 117 años, entonces que nos vamos a quejar.
Y es que como se cuenta la historia tiene un claro propósito de hacerla realista y creíble. La ambientación oscura y misteriosa del castillo de Drácula y todos los elementos de la muerte, los cementerios, los rituales vampíricos son los que (supongo) condensan esta ambientación 'gótica' de la historia. La historia de un temible vampiro que planea hacerse con el control de Londres es ciertamente algo que a los personajes tienen que creer en el siglo de los avances tecnológicos y la supuesta racionalidad del ser humano. Incluso esta historia está inspirada en Vlad Teples, el príncipe de Valaquia (hoy el sur de Rumania) y la extensa documentación de los mitos y geografía que realizó Bram Stoker. La realidad se enfrenta a las leyendas. Por ello no es considerada una novela exclusivamente de vampiros, sino una novela de lo sobrenatural. Creo que es algo divertido cuando vas leyendo y te das cuenta que nadie sabía que era un vampiro y me ha hecho mucha gracia lo de los ajos y crucifijos.
Hablando de los personajes, me han gustado aunque a veces me ha costado diferenciar un poco sus voces. Creo que es un precedente de la forma de hablar de la época, ya que puedes notar que un personaje puede tirarse una intervención de una página entera. Al igual que el papel de la mujer en la novela se corresponde con el de la época, y ahí no tengo nada que decir. Creo que lo que más me ha gustado de la novela es que me ha mantenido intrigada todo el tiempo, a pesar de que el conde Drácula ha salido muy poco en la novela. Es una intriga bien contada desde el punto de vista de los que viven el terror de este ser terrible y de lo que deben hacer para enfrentarse al conde. Creo que es una lectura imprescindible para todos los amantes de las historias sobrenaturales y que estén bien escritas y contengan un transfondo bien construido y una ambientación exquisita.
Hay que mencionar las partes divertidas del libro como Drácula tendiendo la cama de Jonathan y las vueltas y vueltas y VUELTAS que da el doctor Van Helsing para contar sus creencias. En serio. Vueltas. Así que hay que leerlo.