A ver, nunca jamás se llegará al nivel que alcanzó Coppola, eso ni debería intentarse, pero la historia de cómo Vlad el Empalador acabó convirtiéndose en el vampiro más importante de la historia de la ficción, no me ha parecido tan pésima como algunos van declarando por ahí.
También supongo que he puesto en el punto de mira a Gary Shore, no solo porque haya firmado un contrato por tres largos con Universal, sino porque durante años se ha dedicado a la publicidad. Y eso te da la casi total garantía de que la película, en cuanto a fotografía, va a ser buena y preciosa. Otra cosa es el guión, ahí os doy la razón. Un poco incoherente e insostenible en ciertos puntos, pero oye, yo he disfrutado viendo por primera vez la transformación de Vlad en Drácula y a su primer ejército.