Drácula vs. La momia: Batalla por Chicago Tony JiménezISBN: 9788494102097Formato: Rustica con solapas– 416 PágsEditorial: Tyrannosaurus Books
Chicago, años 30. La época de la ley seca, de las bandas organizadas y de algo más. Una serie de extraños asesinatos asolan Chicago. Las víctimas aparecen horriblemente mutiladas y desangradas mediante terribles mordeduras en el cuello. No son los únicos muertos con los que la ciudad debe lidiar. Brutales crímenes en los que los cadáveres son descubiertos sin piel ponen en alerta al periodista Samuel Parker, mientras la investigadora Jessica Kramer acepta un caso relacionado con los cuerpos desangrados. Antes de que ambos se den cuenta se ven inmersos en una red de intrigas que va más allá de lo que creían, y que supera por mucho a los crímenes normales que dominan Chicago. Dos criaturas sobrenaturales están convirtiendo la ciudad en su campo de batalla particular, dos seres que nadie cree que existan: una momia de miles de años de antigüedad, y un poderoso vampiro, el mismísimo Drácula
Si me seguís un poco y comprobáis algunas de mis lecturas os daréis cuenta de que a mí me va lo bizarro. Y cuando más lo sea, mas me atrae. Por eso, cuando este año en el Celsius232 oí hablar de este libro en la presentación de Tony Jiménez, no podía esperar a que saliera a la venta este septiembre. ¿Quién se resiste a un titulo tan increíble?
Y es que Tyrannosaurus ha tenido la idea gloriosa (justo después de crear la colección DIRT) de esta serie de novelas mezcla de monstruos clásicos con estética cinematográfica. Un poco de pulp, un poco de grindhouse, algo de terror, las portadas de Daniel Expósito Zafra… et voilà! Existo asegurado. Quizá no sean apropiadas para el mes temático del terror, pero como yo no gano nada con esto, me parecen perfectas para colároslo.
Entonces, volviendo a lo que íbamos, tenemos a Drácula y a la momia peleando en el Chicago de los años 30, mezclando el crimen, la mafia y la ley seca. No os creáis tampoco que es un porque sí, si no que en realidad está muy bien planteado: tenemos un Drácula (el clásico vampiro) matando impunemente en un clima donde los asesinatos están a la orden del día; y a una momia que se levanta tras un robo de canopes en un museo de historia antigua. Lo que suceda más tarde involucra a un periodista de sucesos venido a menos y una investigadora privada con problemas de alcoholismo. Interesante, ¿verdad?
La ambientación es espectacular, metiéndonos de lleno en una época oscura y fascinante, y todo ello llevado con un estilo muy cinematográfico. Por si os interesa, las descripciones son muy explicitas y en algunos puntos con abundante sangre y vísceras… y no solo causadas por los monstruos. Por ejemplo, una de las más suaves:
Pese a lo veloz que era Graham agarrando su pistola, no era nada comparado con la rapidez de aquel gigante, que le cogió del cuello y lo alzó por encima del suelo varios centímetros. Las dos manazas del coloso rodearon la cabeza del criminal, y comenzaron a apretar. Graham notó cómo su cráneo cedía poco a poco; era cuestión de segundos que reventase como un melón bajo las ruedas de un camión. (Pág. 163)
Pero os preguntareis ¿qué demonios hacen Drácula y la momia en el Chicago de los años 30? Bueno, en realidad no me refiero a cómo están allí, sino a qué es lo que hacen. Drácula se asienta tras la apariencia de un respetable empresario y la momia… buena, la momia tiene secuaces que le siguen (que para algo es un Dios sobre la Tierra). Y ambos luchan por el control del crimen organizado.
En cuanto a los personajes, no se me ocurre nada mejor que decir que son geniales. Son tipos con pasados turbulentos, que han destrozado su vida. Todo muy de acorde con la decadencia de la época. Realmente incluso llegados a la mitad del libro, seguimos a oscuras con respecto al motivo que los hace como son. Tampoco es que tuviera mucha importancia, pero al tratarse de una historia autoconclusiva, quedaría un poco a medias que no nos lo explicara, ¿verdad?
El estilo es claro, sencillo y directo. Brutal y sangriento. Pero sobre todo es adictivo, que es lo que se busca en una novela de estas características. Porque ya lo dejo claro el mismo autor en su presentación aquel día: es rápida y entretenida, aunque quizás no demasiado profunda. ¡Por Dios! ¡Que es Drácula contra la momia!
Por supuesto, llegamos a un final que no podía dejar de ser trepidante y lleno de muertes. Y es que no podía ser de otra manera… Además, nos obsequia con un epilogo final que nos sugiere que podemos volver a encontrarnos con algunos personajes, mas al estilo de novela negra. Y esa idea me gusta mucho.
No puedo cerrar esta reseña sin hacer una mención especial a la pedazo de portada de Daniel Expósito Zafra. No sé como lo hace, pero sus ilustraciones siempre son, además de sugerentes, exactamente como yo me lo imagino…
En resumen, una novela que si os van las cosas raras os va a encantar. Es sencilla, visual y muy adictiva. Quizá un poco fantástica, pero es precisamente lo que se busca en esta colección. De la que por cierto, ya tengo esperando el siguiente…