Al comienzo de la entrevista Gabino Carballo definió claramente qué tipo de profesional es: 'No llevo un proyecto 'dentro'. Me gusta trabajar dentro de las tradiciones milenarias del paisajismo, donde el jardín es, y ha sido siempre, un método narrativo, estado de la cuestión, un punto de vista individual pero compartido, un compendio de conocimiento y curiosidad, un ejercicio de libertad individual y una reflexión sobre la identidad, la memoria y el conocimiento'.
El equipo comenta que desde un inicio se trabajó dentro de los objetivos marcados por la organización del concurso, uno de ellos era que el jardín creado fuera excitante y que estimulara al visitante. En este tipo de certámenes de jardinería inspirados por el famoso Chelsea Flower Show, no sólo se juzga el 'concepto', no existe un canón detrás del que esconder el desconocimiento de las técnicas de composición vegetal. Las plantas son las protagonistas, se valora la vegetación como material y sujeto del proyecto. El objetivo principal para este proyecto era el de explorar algunos conceptos que le interesaban a Gabino, sobretodo las posibilidades del diseño con plantas, cosa que no es tan sencilla como parece...
Y así empezó todo: priorizando la vegetación como protagonista, recreando y narrando una escena, completamente abstracta o no, con plantas. Eso, y reuniéndose los jueves por la tarde... 'Lo que hicimos fue debatir conceptos bastantes abstractos, y en mi caso se trató de temas como: el Proyecto No Dibujable, el Jardín de los Verdes' de Rubió i Tudurí, la posibilidad de crear un Jardín Mediterráneo análogo'. Nuno, Josep y Carme fueron los más rápidos en plantear referencias culturales y conceptos a explotar.
'Como ya comenté anteriormente, creé una regla según la cuál el trabajo producido lideraría el proyecto y yo me limitaría a proveer los factores limitantes. esto fue aplicable tanto en el sentido de mantenernos dentro de los objetivos del cliente, como en los intelectuales, para evitar desviaciones hacia el monumentalismo o hacia la creación de objetos fetiche'.
'Nuno planteó una serie de ideas que creo que rondaban por su cabeza desde hace tiempo, cosas muy concretas, imágenes arrancadas de su experiencia vital que establecieron una narrativa etnico-artística-botánica muy poderosa. La configuración del patio y su color azul, con toda su carga narrativa e histórica, son su gran contribución al proyecto'.
'Josep planteó una referencias culturales inspiradas en los paraboloides de Gaudí y su trabajo con cerámica, el trencadís, que me llevaron a su pérgola en los Jardines del Palacio Real de Barcelona y una conexión con Rubió. La presencia de la pérgola en el proyecto es fruto de esta conexión'.
Llegó el momento en el que se plantearon escoger entre una vertiente u otra... 'parecía difícil converger pero al final se impuso la síntesis ecléctica, en su sentido original, es decir, tomando lo mejor de cada cosa'. A la organización se le planteó que existían distintas posibilidades de avanzar, unas más abstractas que otras. 'A mi no muy sutil pregunta: ¿Pero vosotros qué queréis que haga?, le respondió un: ¿A los Japoneses nos encanta Gaudí!', comenta Carballo.
La solución fue un diseño poco corriente, con una iconografia y una narrativa muy explícita dentro del tema del certamen: la Paz Mundial. Carballo describe el proyecto indicando que el elemento central de la composición, el patio, el Patio Azul de Rusiñol, el patio que es todos los patios del Mediterráneo, nos refiere a la Paz. Mientras la pérgola no es otra cosa que la Guerra, un dragón muerto, su esqueleto descansando sobre el patio, una memoria de amenaza.
'Nuno hizo un buen uso del cartón y la plastilina para moldear algunas ideas con rapidez y eficacia, cumpliendo plenamente mis expectativas de trabajar sobre un proyecto no dibujado, es decir, sobre un proyecto donde se dibuja lo que se quiere hacer, no uno donde se hace lo que se ha dibujado, que es muy distinto'
En el próximo artículo describiremos más detalladamente el Proyecto, cada elemento vivo e inerte, su significado, su simbología.