Aunque yo tuve la oportunidad de volver a mi niñez y disfrutar con una película de lo que en antaño fue mi anime preferido. Hablo de 'Dragon Ball Z'.
¿De qué va?
Kaio Shin acaba de percibir que el mal se cierne sobre el destino de la Tierra. Bills, el Dios destructor, acaba de despertarse de su sueño y se dirige en busca del Dios Sayajin. Ahora, Goku y sus compañeros, deberán impedir que Bills destruya el planeta Tierra.
La crítica
Cuando uno se dispone a ver una película de 'Dragon Ball Z', ese mítico anime que todos habremos visto alguna vez, se espera una película como siempre: surge un problema, Goku y el resto van a combatirlo, surgen problemas y, finalmente, se hacen con la victoria.
Nadie esperará que haya un guión sólido o que estemos ante una de las obras de Miyazaki, porque el estilo es totalmente distinto. Como buen Shonen que es, 'Dragon Ball Z' nunca me había decepcionado, ni en la serie animada ni en sus películas, la mayoría ajenas a la trama argumental del anime. Pero como se dice, siempre hay una primera vez para todo.
Hacía muchos años que no se estrenaba una película del famoso anime y, sinceramente, para hacerlo así, mejor que no vuelvan a hacer más. La obra se hace muy pesada, puesto que se cambia ese esquema inicial de que he hablado. ¿Pelea? Tan solo la hay hacía los veinte últimos minutos de la cinta, el resto es puro cachondeo en la fiesta de cumpleaños de Bulma, donde además, disfrutaremos de un show en directo de Vegeta (en serio, no era necesario).
La parte de la pelea es... triste, poco original y aburridísima. Ni vemos a un Goku derrotado realmente, ni vemos que sus compañeros se enzarcen a luchar en ninguna ocasión, porque claro, como es Bills el destructor, ¿quién narices le planta cara a ese? Pero cuando Broly o Bojack amenazaban con matar y destruir, ahí no se rendía nadie.
De hecho, si tiro más aún del hilo, sigo viendo más fallas y no a nivel argumental o de género, si no a nivel visual, puesto que en las batallas añaden un efecto 3D muy raro que hace daño a los ojos. Acostumbrados a ver a Goku en dos dimensiones, pasarnos de golpe y sin motivo aparente a planos en 3D (poco logrados), molesta.
Es que no es solo ese enfoque que se le da a la película, que parece que vaya dirigida a un público más familiar (pero que pedazo de error), realmente todo lo que se había forjado con 'Dragon Ball' años atrás, no lo tienen en cuenta, para nada.
No me hacía mucha ilusión volver a ver a un personaje mítico como es Goku, dando a diestro y siniestro, pero siempre hay que darles una oportunidad. A mi parecer, lo que antes fue acción y algo de humor, ahora es humor y algo de acción, una poquita para que no se note este brutal cambio. Para mí, desde luego, 'Dragon Ball Z: Battle of Gods' estará siempre separada del resto de películas y de la serie animada, porque no vale ni la mitad.
Información de más
- Han pasado 18 años desde la última película de la saga 'Dragon Ball' a esta.
- Según Akira Toriyama, creador de la serie, dijo que llevo a cabo esta película para vengarse de la creación de 'Dragonball Evolution'.
- Se dice que los nombres de Bills y Whis pueden ser por las bebidas alcohólicas cerveza (beer) y whisky, aunque el primero es más por la pronunciación de su nombre.
- Yûkuse Watanabe quiso que la obra se desarrollase en la boda de Krilin y la Androide 18, pero Toriyama lo cambió por el cumpleaños de Bulma.
Nota final: 4