Para cualquier otro transeúnte que pase a su lado, no deja de ser más que una figura cuanto menos curiosa, y de dudosa belleza incluso. Pero si te has criado en el barrio de La Elipa probablemente te encuentres ante un monumento, punto de encuentro y, en definitiva, un símbolo que forma parte de los vecinos que han convivido durante años junto a él.
Antes de hablar del Dragón, os pongo en situación. El Barrio de la Elipa, perteneciente al distrito de Ciudad Lineal, se encuentra en la zona Este de la capital. Para haceros una idea, se encuentra flanqueada por la M-30, a la altura de Torrespaña ( o mas conocido como "El Pirulí") en el oeste, la Avda. de Daroca en el Norte, el cementerio de la Almudena en el Oeste, y la autovía M-23 al sur limitando con Moratalaz. La vecindad, que actualmente reside en la zona, es una mezcla entre la clase obrera de los años 60-70 que formó el barrio en sus inicios, junto con las nuevas generaciones que han ido llegando.
En la Avenida Marques de Corbera, la cual atraviesa el barrio completamente, nos encontramos en un pequeño parque ante un Dragón azul celeste, el cual no era más que un simple tobogán, y que fue creado hace algo mas de tres décadas. La misma constructora que construyó los bloques de viviendas fue la encargada de crear el Dragón. Por entonces, según he podido informarme preguntando a vecinos del barrio, existían otras figuras en distintos parques de la ciudad, como un pulpo del cual de cada tentaculo se formaba un tobogán, o incluso una tortuga de grandes dimensiones.
Panoramio.com
Durante aquellos años, la imagen del Dragón era algo distinta a la actual. De su boca nacía una lengua-tobogán, y los niños podían deslizarse sobre él y adentrarse en sus entrañas. En su interior, por desgracia, se podían encontrar basura, cristales, y lo que es peor, jeringuillas y agujas de aquellos que inapropiadamente hacían uso de la atracción. Ante tal situación, al encontrarse bastante alejado de las directrices de seguridad para parques infantiles, se procedió al tapiado del interior del mismo, aproximadamente en el año 2007, impidiendo el acceso al interior del mismo.En 2009, el Gobierno Municipal realizó un intento para sustituir el Dragón, ya que podría ser peligroso para los niños que jugaran allí, y se propuso textualmente "la realización de un concurso de proyecto escultórico para sustituir el actual dragón, que parece irrecuperable". Ante tal circunstancia, se produjo el movimiento de los vecinos, alzando la voz y defendiendo lo que hasta hoy es "su monumento", y a través de la asociación "La Nueva Elipa" y el trabajo de varios voluntarios, en Septiembre de 2013 se procedió a la restauración del Dragón.
En principio, los vecinos hicieron una propuesta a la Junta de Distrito de Ciudad Lineal para realizar un proyecto de bajo coste, mediante el cual se transformaría el antiguo parque en una zona verde, y de la cual la propia Junta sufragaría los costes. A fecha de hoy, por la red no he encontrado si este reembolso se realizo, y a los pocos vecinos que pude preguntar tampoco sabia mucho al respecto.
A día de hoy, el Dragón de la Elipa disfruta de una vida mucho mas digna, y sobre todo se mantiene y mantendrá como el símbolo de uno de los barrios mas castizos y humildes de la capital. A mi particularmente me ha encantado la historia de este curioso tobogan, y en lo que se ha convertido para sus vecinos, ¿y a ti?