En realidad los escandinavos poseían diversos términos para referirse a sus embarcaciones, siendo los más comunes knörr, skeið y langskip. El origen de estos knerrir (plural de knörr) es muy antiguo, pues ya desde varios siglos antes del inicio de la Era Vikinga encontramos antecedentes que presentan ya los rasgos fundamentales : casco formado por planchas que se superponen unas a otras, con una característica forma de proa y popa levantadas y casi simétricas, y con un remo-timón atrás, a estribor. Por otra parte, teniendo en cuenta la accidentada orografía de las tierras escandinavas y su abundancia en lagos y fiordos, es comprensible que el barco desempeñase un papel fundamental en esta sociedad, algo atestiguado también por la abundancia de dioses y diosas, tanto de época vikinga (Njörðr) como pre-vikinga (Nerthus, Nehalennia, etc.), cuyas atribuciones principales eran la protección de los que viajaban por mar.
Podemos conocer el proceso y las técnicas de construcción de estas embarcaciones a través de algunos textos escritos y de documentos como el tapiz de Bayeux que lo ilustra ricamente, pero sin duda el aporte de la Arqueología ha sido fundamental, y gracias a multitud de hallazgos, tanto en mar como en tierra, de barcos enteros o fragmentados, podemos saber con gran exactitud cómo eran. Los barcos hallados en Oseberg, Gokstad, Skuldelev y muchos otros yacimientos constituyen interesantes ejemplos de ello.
Una vez construido el barco, era imprescindible esculpir la figura de proa, que no era fija (se podía quitar y poner); normalmente representaba la cabeza de un animal o un monstruo, y su función era espantar a los malos espíritus. Había que colocar la vela rectangular y hecha de paños cosidos unos a otros. Además en la parte superior de la borda se hacían unos orificios para introducir remos, por lo que el barco podía ser impulsado tanto mediante éstos como a vela. Por último estaba el timón, un remo de mango corto y de pala ancha fijado detrás, a estribor, por un atadero de cuero y articulado en ángulo recto sobre una barra muy fácil de manipular.
Hay que decir que existían diferentes tipos de barcos, aunque el knörr o skeið sea el más común, ya que es apto tanto para comerciar como para atacar. Así, nos encontramos con la ferja (barco de pesca normal), la skúta (barco de cabotaje de múltiples usos) y el karfi o langskip (literalmente “barco largo”, nave de guerra, más rápida). Pero, en cualquier caso, el término común para designar a cualquier barco será knörr o skeið.
Referencias:
Velasco, Manuel (2008) Breve Historia de los Vikingos, Yves Cohat, Los vikingos, reyes de los mares Arias Jordan,Cristina, Las incursiones vikingas en la Peninsula Iberica