Cheng Lai-Sheung está harta de buscar piso en Hong Kong. Los precios son realmente desorbitados y es prácticamente imposible acceder a una vivienda digna. Cuando por fin encuentra la casa de sus sueños, la joven se propone hacer todo lo que haga falta para que su dueño baje el precio...
Genial Josie Ho, la actriz que da vida a Cheng Lai-Sheung, esa chica en cuyo cuerpo habitan dos personalidades bien distintas, ambas obsesionadas con cumplir su sueño de una vida mejor en un hogar que anhela pero que no puede permitirse debido a los especuladores inmobiliarios y la situación que ellos han propiciado. La actuación es brillante y supuso para Josie Ho el galardón de Mejor Actriz en el pasado Festival de Sitges, y no es para menos: ella es quien soporta el peso del film sobre sus hombros, mostrando la cara del drama y la de la locura según requiere el devenir de la historia en una dicotomía interpretativa inquietante.
Una escena inicial impactante nos deja bien claro qué es lo que nos vamos a encontrar en Dream Home, una historia cuya narración se apoya en numerosos flash-backs y elipsis temporales que nos ofrecen retazos del pasado de la protagonista, los cuales nos servirán para llegar a entender su situación actual y su radical decisión (y cuando digo "entender" quiero decir "entender", no "compartir"), en la que la locura, la brutalidad y la violencia se tornan protagonistas con una frialdad digna del más implacable psychokiller. Además, esa mirada atrás en la vida de la protagonista nos ofrece un respiro en la narración para seguir afrontando la masacre.
Poco más se le puede pedir a una película que, sin ser la maravilla que muchos proclaman, entretiene y puede incluso servir como denuncia social al abordar de manera atrevida y sin tapujos un tema de candente y rabiosa actualidad (la situación inmobiliaria) con un director valiente y dedicado al frente del proyecto y una actriz que borda su papel en un digno ejemplo de entrega interpretativa. A eso le podemos añadir unos efectos especiales solventes y un buen maquillaje premiado también en el pasado Festival de Sitges, junto a numerosas pinceladas de humor negro y una brutalidad que en ocasiones alcanza cotas realmente elevadas. Recomendable si quieres ver el lado dramático del problema de la vivienda y la radicalidad de la solución propuesta.