Drive (Nicolas Winding Refn, 2.011)
Ficha:
Título Original: Drive.
Director: Nicolas Winding Refn.
Guionista: Hossein Amini.
Intérpretes: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Ron Perlman, Christina Hendricks, Bryan Cranston, Albert Brooks, Oscar Isaac, Kaden Leos, Jeff Wolfe.
Productores: Michel Litvak, John Palermo, Marc Platt, Gigi Pritzker, Adam Siegel.
Fotografía: Newton Thomas Sigel.
Música: Cliff Martinez.
Montaje: Matthew Newman.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Año: 2.011.
Duración: 102 minutos.
Edad: 18 años.
Género: Acción, Crimen, Drama, Suspense.
Distribuidora: The Walt Disney Company Iberia, S. L.
Estreno: 28-12-2.011.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en Estados Unidos.
Espectadores: 350.707.
Recaudación: 2.289.603,43 €.
Calificación: 7,031.
Sinopsis:
Driver (Ryan Gosling) es un conductor especialista de cine por el día y un conductor para fugas por la noche. Pero no importa el trabajo que tenga que hacer porque Driver se siente siempre a gusto detrás del volante. Pero Shannon (Bryan Cranston), su mentor y jefe, siempre está planeando la forma de hacer dinero, y no duda en aprovechar una oportunidad de moral dudosa de la que Driver no se muestra entusiasta. Su mundo cambiará el día que se encuentra con Irene (Carey Mulligan), una madre de un hijo de la que Driver empezará a tener cuidado.
Comentario:
Si una película ha merecido este año el apelativo de cult film, esa es “Drive”, octavo largometraje del reputado director danés Nicolas Winding Refn (“Pusher”) y revisitación en clave retro del cine de acción de finales de los 70 (con “Driver”, de Walter Hill, como referente). Ryan Gosling encarna a un héroe sin nombre, especialista de cine de día y chófer de delincuentes por la noche, cuya vida dará un giro al conocer a su vecina Irene (Carey Mulligan), esposa de un hombre amenazado por la mafia.
Crítica:
30-12-2.011 – JOSU EGUREN
Él
‘Yo producía películas, en los 80, del tipo de acción con un toque sexy, ya sabes, un crítico las llamó europeas, yo creo que eran una mierda’. Aquellas películas de Walter Hill, al que Winding Refn rinde homenaje en la portentosa y milimétrica secuencia de apertura de “Drive”, forman la columna espinal del imaginario sobre el que se sustenta esta magistral oda al Romanticismo ‘noir’ en la que se pueden escuchar con igual fuerza los ecos de la obra de directores, a priori, tan dispares como John Hughes y Monte Hellman.
Él, el especialista, el samurái sin nombre, recorre la ciudad de Los Ángeles como un sueño helado, porque “Drive” es un carburador que mezcla el éter nostálgico del cine de los 80 con una fuerte dosis de violencia estilizada de alto octanaje, en un equilibrio casi perfecto donde confluyen la sintaxis onírica de Lynch y el verbo de las ‘muscle car chase’ de culto como “Vanishing Point”. Se ha escrito mucho sobre el aparente manierismo de “Drive” y muy poco de los diálogos que Refn cincela en cada cruce de miradas, porque debajo de su hipnótica pátina cool yace el corpus de una profunda historia de amor sin palabras que estalla en una secuencia en la que Ryan Gosling confiesa su amor a Carey Mulligan un instante antes de desnudarse para mostrarle su lado oscuro, el veneno del escorpión que luce en su chaqueta.
Enlazando imágenes bañadas por el fuego con una banda sonora que ya es objeto de coleccionista desde su estreno en Cannes, Refn compone una extraordinaria sinfonía en la que secundarios con el peso específico de Albert Brooks interpretan solos que le confieren una dimensión épica y atemporal a esta historia de un héroe hecho hombre. “Drive” está fuera del tiempo, pertenece a la Historia, a ese Olimpo de títulos que siempre están en la maleta de los vídeo jockeys de la metaficción y entre cuyos autores Refn se ha hecho un hueco para conversar con Fuller o Melville sobre las tonalidades emocionales de un caballero oscuro que recorre las carreteras perpendiculares al mainstream.