Ha saltado la sorpresa en las últimas horas. De acuerdo a informaciones publicadas por The New York Times y otros medios, y haciendo referencia a dos investigadores de los que no se precisa la identidad, la Fiscalía del Estado no estaría en condiciones de mantener la acusación de intento de violación y agresión sexual contra DSK, y podría incluso retirarla.De hecho, se ha convocado para este viernes una vista sorpresa, donde podría haber novedades definitivas, que llevarían a la declaración de no culpabilidad, o incluso a la retirada de todos los cargos.Por lo que se ha filtrado hasta ahora, la demandante (empleada del Sofitel New York) habría mentido a los investigadores de la Fiscalía sobre diversos aspectos. Dijo que en su petición de asilo en Estados Unidos habría manifestado haber sido violada en el pasado, así como haber sufrido una ablación genital. Pero estos extremos no constan en los documentos pertinentes.Por otra parte se grabó, poco después de la presunta agresión, una conversación telefónica de la demandante con un hombre detenido por posesión de 200 kilogramos de marihuana, donde habría presumido o alardeado del gran provecho económico que le podría suponer mantener la denuncia contra DSK.En los últimos meses, hasta 100.000 dólares en efectivo se habrían ingresado (en efectivo) en su cuenta bancaria. La demandante asegura que estos ingresos habrían sido hechos por su novio y algunos de sus amigos. Pero la Fiscalía parece tener pruebas de que la demandante habría estado involucrada en actividades delictivas del tipo del tráfico de drogas y el blanqueo de dinero.Si estos extremos se confirman, la acusación no podría tenerse en pie, y DSK podría quedar en libertad en breve.Aunque lo peor para él ya ha pasado. Tuvo que dimitir (anticipadamente) de su cargo de Director General del FMI y ya no tiene ninguna oportunidad para la carrera política por la Presidencia de Francia, que deberá decidirse en 2012.De acuerdo a estas informaciones, DSK habría sido víctima, efectivamente, de una trampa que explotó su principal debilidad. Que detrás de la tramposa estuviera (o no) la mano negra de alguno de sus enemigos políticos, sospecho que quedará, para siempre, en el limbo de las suposiciones.Nadie duda de que hubo relaciones sexuales impropias en la suite del Sofitel; pero si fueron consentidas (o incluso provocadas) por la demandante, no hay caso.De un tropezón, uno se puede levantar. Pero no sin algún hueso roto.JMBA