Duato-Malakhov-Berlín

Por Silviasanchez

La noticia salió en los medios la semana pasada. Nacho Duato comenzaría a dirigir la compañía del Staatsballett de  Berlín, en manos de Vladimir Malakhov desde 2004,  a partir de el año que viene.

Personalmente, la noticia me sorprendió muchísimo, pues considero que, entre los directores jóvenes (que todavía bailan), Malakhov hizo la gestión más brillante de los últimos tiempos. Él volvió a poner en el mapa mundial del ballet a Berlín, y organizó una compañía que no sólo dependía de su poder mediático cómo estrella, ni del de su pupila Polina Semionova, ahora partida a América.  Sólo hace falta repasar la calidad de otros bailarines de su compañía, cómo Marian Walter, Iana Salenko, Nadia Saidakova, Shoko Nakamura, Beatrice Knop o Elisa Carrillo Cabrera.

Tan sólo hay un detalle que me hace estar de acuerdo con el nombramiento, y es el hecho de que Berlín es una ciudad más propicia a la danza contemporánea que San Petersburgo.  Por otra parte, si comparamos el repertorio actual de las dos compañías en sus páginas web, el de la de Berlín ya era mucho más rico.  El Staatsballet , tan sólo durante esta temporada, baila las producciones clásicas de Patrice Bart, clásicos de Cranko como ‘Onegin’ o ‘Romeo y Julieta’, producciones de Béjart (el maratoniano ‘Anillo de los Nibelungos’) ,  Mauro Bigonzetti, Boris Eifman, Giorgio Madia, Herz Spolieri, Wiliam Forsythe, alguna reconstrucción de Malakhov  y alguna cosa del propio Duato.   Sin embargo, el repertorio total del Mikhailovsky  consiste en reconstrucciones de los clásicos por Mikhail Messerer (encargadas por el anterior director, Faruzk Ruzimatov), los clásicos soviéticos  Cipollino y Laurencia, La Shylphide de Bournonville, la Pavana del Moro de Jorge Limon y dos obras modernas de Slava Samodurov y George Kovtun. El resto del repertorio son obras de Duato, y de hecho, desde que tomó el puesto en el 2011,  no se ha estrenado en el Mikhailovsky ningún ballet que no fuera suyo.

Vladimir Kekhman, el todopoderoso millonario dueño del Mikhailovsky, ha dicho que Duato compaginará las dos compañías, y queda contractualmente obligado a pasar un tercio de su tiempo en San Petersburgo. Allí se buscará otro director artístico, pero que no ambicione montar sus propias coreografías, puesto que Duato será el coreógrafo permanente.

Malakhov, por su parte, daba esta entrevista al diario izvestia el 6 de febrero.

- Dirige el Staatsballett Berlín desde 2004, tiene una bien merecida reputación como director de éxito. ¿Por qué ha decidido abandonar el puesto? 

- Berlín decidió tomar la dirección de la danza moderna y contemporánea, y yo me centro en el clásico y el neoclásico. Las políticas artísticas ahora las dirige el secretario de Estado para la cultura,  André Schmitz. Yo, como director artístico, perdí la potestad de definir el estilo de las producciones.

- Y, ¿Cómo se ha recibido la no-renovación del contrato en Berlin? 

- Todos están en shock. Hay muchos artículos criticando al senado y a  Andre Schmitz. La compañía está triste.

- ¿Tu decisión no puede ser revocada?

- No lo se, es difícil saber lo que pasa de espaldas a mi. Creo que esto lo decidieron hace mucho tiempo, pero me lo ocultaron. Tenía mis espías, pero estaba esperando pruebas. Primero me dijeron que el problema era que yo viajaba por el mundo bailando, y no me quedaba sólo con la compañía. Después cambiaron de táctica, dijeron que llevaba demasiado tiempo como director. Les di ejemplos:   Daniel Barenboim se convirtió en director musical de la Ópera Estatal de Berlín hace 21 años,  John Neumeier lleva 40 años en Hamburg. No sé porqué quieren cambiar las cosas, cuando todo va bien. Dijeron que lo pensarían. Pero a mi tampoco me gusta estar en el limbo, y pensé que mejor sería partir por mi  propia voluntad.

- Dicen que tu puesto lo tomará el actual director artístico del Mikhailovsky Nacho Duato.

- No lo sé. Quizá ustedes tengan esa información, pero aquí en Berlín nadie sabe nada.

- ¿Este nombramiento sigue la línea hacia la danza moderna? 

- No lo sé. Por supuesto, está el nombre. Pero no estoy de acuerdo con lo que hizo en el Teatro Mikhailovski. Yo no creo que tengamos que cambiar el repertorio clásico . Él tiene su propio estilo, sus ballets, pero no puede tocar los clásicos. Tan pronto como  toca los clásicos,  falla. ¿Qué sucedió en  el Teatro Mikhailovski? Sus propios ballets van bien, pero tan pronto como él decide que  puede trabajar  los clásicos como Mats Ek , acaba mal. En  Rusia están acostumbrados al estilo clásico, el público lo conoce, y cuando se trata de “empujar” algo con  la misma música, pero con una coreografía diferente, no se percibe bien.

- ¿ En Berlin, Duato estará como en casa ?

- Creo que si Nacho Duato viene aquí,  va a cambiar los clásicos, y el resultado será el mismo. Sí, vivimos en el siglo XXI, en la era moderna. Pero aquí hay tres teatros diferentes, tres estilos diferentes (Berlín  combina la Komische Oper, la Deutsche Oper y la Staatsoper). Si Nacho Duato mete sólo contemporáneo en los tres, será un fracaso.  Traté de mantener en las obras clásicas en un mismo  teatro , en el otro – neoclásico y moderno, y el tercero era el único moderno.

- ¿Piensa así ?

- Cada teatro tiene su propia audiencia.  En uno hay un público más maduro, en otro más joven.  Desde la Komische Oper la gente no irá a la Deutsche Oper a ver “El lago de los Cisnes” o “El cascanueces”. Si  hace el mismo repertorio en el mismo estilo, todo está perdido. Me tomó varios años elevar el nivel de la compañía, para mantener el repertorio clásico. Sólo entonces se puede invitar a coreógrafos de otras direcciones. Enriquece el estilo del cuerpo. Si sólo toma danza moderna,  todo se desmorona. Los bailarines vienen fuera de forma, se podría contratar a gente de la calle. Después de todo, no importa  si  tiene  piernas bonitas,  si tiene buena quinta posición, o las puntas – puedes hacer lo que quieras.

Supongo que esta última frase de Malakhov sobre el contemporáneo puede levantar heridas, pero, creo que sus declaraciones son muy ciertas. Por otra parte, viendo el repertorio de la compañía que dejaba por ahí arriba, no se le puede acusar de ignorar el contemporáneo. El Staatsballett dispone de tres teatros, así que no es sino sano y conocedor del mercado el tener repertorios distintos. O simplemente conocer el público del teatro arreglaría la desastrosa temporada del nuestro madrileño Teatro Real, pero eso ya es otra cosa.

También estoy de acuerdo con las críticas a las reconstrucciones de los clásicos de Duato. Actualmente el Mikhailovsky cuenta con su ‘Bella Durmiente’ y ‘Romeo y Julieta’, y se prepara un ‘Cascanueces’ para diciembre. Sobre su Bella Durmiente, ya comenté mi opinión aquí, cuando estuve en San Petersburgo en verano. Y, la falta de transcendencia mediática de su ‘Romeo y Julieta’ me hace sospechar que compartiera el tratamiento aséptico de su Bella.

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Fotografías: Malakhov, Saidakova y Semionova por Esther Haase, para el proyecto solidario, ‘Be an Angel’
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