Revista Viajes

Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más

Por Carol

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

MollyMallone

No tenía pensado tomarme un descanso tan largo, pero en el último momento surgió la oportunidad de hacer un viaje cortito, y no nos lo pensamos dos veces. Luego, he decidido aprovechar esta semana de puente para hacer un descanso algo más largo del blog, ya que llevaba tiempo sin oxigenarme de él y creo que a veces es bueno hacerlo. Llevaba años soñando con conocer Dublín y por fin he podido pasar unos días en la capital irlandesa y volver aún más enamorada de lo que me fui de su cultura.  Hemos pasado muchísimo frío, eso sí, y la lluvia no ha dado descanso, eso, sumado a que anochecía apenas llegadas las 16.30-17.00, y que cerraban más o menos a esas horas todos los museos, han hecho que nos quedaran muchas cosas en el tintero. De todos modos, creo que ha sido un viaje bastante aprovechado. Como podréis imaginar os muestro tan solo una minimísima muestra de las fotografías que he tomado estos días, pero en líneas generales creo que representan muy bien lo que ha sido el viaje.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Oscar Wilde

Si había algo prioritario en mi visita era todo lo relacionado con los magníficos escritores irlandeses, muchas veces e injustamente confundidos entre la maraña de escritores anglosajones. Es increíble como una pequeña isla ha podido contener tanto genio. Además de los que ya conocía, me traigo muchísimos nombres nuevos que voy a buscar para devorar sus obras y que podréis ver pronto por aquí. El que no podía faltar era mi admiradísimo Oscar Wilde (no os perdáis El retrato de Dorian Gray o La importancia de llamarse Ernesto) del que fuimos a ver su estatua en Merrion Square y su casa natal enfrente que ahora alberga la Irish American University.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

James Joyce

Otro imprescindible es James Joyce, después del esfuerzo que os podéis imaginar que supuso leerme el Ulises, ha sido un placer poder pasear por las calles que retrata y ver cómo la impronta del autor está presente en toda la ciudad. No podía faltar su estatua en las inmediaciones de O'Connell Street y la visita al James Joyce Centre, una preciosa casa del siglo XVIII donde podemos ver la puerta original rescatada de la demolición del edificio número 7 de Eccles Street, donde sitúa el autor la residencia de Leopold Bloom, el protagonista de Ulises.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Puerta número 7 de Eccles Street

Si no os animáis con el Ulises (recomiendo que se lea siempre una edición crítica, si no es imposible, la mía es la de Cátedra Letras Universales, muy bien explicada y con resúmenes de cada capítulo), algo comprensible por lo complicada que es esta obra, os animo a que leáis otras dos de sus obras, estás totalmente asequibles y magníficas ambas: Dublineses y Retrato del artista adolescente.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Dublin Writers Museum

La gran parada literaria, y uno de los lugares donde más he disfrutado, ha sido el Dublin Writers Museum, donde se hace un repaso a la vida y obra de la gran cantidad de excelentes escritores que ha dado Irlanda: los ya nombrados James Joyce u Oscar Wilde, Jonathan Swift, William Butler Yeats, Bernard Shaw, Samuel Beckett (imprescindible su Esperando a Godott, magnífica obra tanto leída como puesta en escena), Thomas Moore, Maria Edgeworth... Un larguísimo etcétera que se detiene también en la enorme cantidad de escritores infantiles que ha dado este país, uno de los más conocidos C.S. Lewis autor de las Crónicas de Narnia, pero también los cuentos de Oscar Wilde o las innumerables historias de hadas o de leprechaun, esos duendecillos que guardan un caldero lleno de oro al final del arco iris.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Libro de Samuel Lover

En el Museo podemos admirar desde primeras ediciones, hasta manuscritos escritos por los autores, objetos personales... Podéis imaginar lo muchísimo que disfruté aquí y lo muchísimo que me demoré en cada sala. La propia casa que alberga el Museo merece una visita por sí sola, se trata de un precioso edificio del que podemos visitar sus habitaciones cuidadosamente decoradas.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

En la zona de Temple Bar: "Feed your head, read" (Alimenta tu mente, lee)

Pero si hay algo que me ha entusiasmado realmente es el hincapié que hacen los irlandeses en sus escritores, por doquier hay referencias a estos, desde las mismas salas de espera del aeropuerto donde podemos leer fragmentos de diversas obras en enormes paneles, hasta cualquier rincón de la ciudad como este que os muestro cercano a la famosa zona de pubs de Temple Bar, incluso en las escaleras de los baños de un pub me encontré con un enorme graffiti con los retratos de varios escritores irlandeses. Otras visitas que hicimos fue la preciosa Chester Beatty Library, una librería que contiene en su interior una importante galería de arte oriental obra del coleccionista Alfred Chester Beatty; y la Marsh's Library, una biblioteca que se conserva tal y como se construyó en el siglo XVIII.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Saint Patrick

No podía faltar nuestra visita a la magnífica catedral de Saint Patrick, fundada en 1192. En ella se encuentra la tumba del escritor Jonathan Swift junto a la de su amada Stella, así como las tumbas de otros personajes importantes de la vida de la ciudad. El interior es impresionante, con estandartes antiguos colgando en jirones del techo y zonas conmemorativas a los caídos en las distintas guerras en las que ha participado Irlanda, entre ellas las dos guerras mundiales.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Cementerio de la catedral de Saint Patrick

Otras iglesias que vimos fueron la Christ Church Cathedral, el edificio de piedra más antiguo de la ciudad, legado de los normandos, fundada por el rey escandinavo Sitric Silkenbeard en 1038.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Christ Church Cathedral

También vimos la Findlater's Church, una iglesia construida en 1860 en estilo nuevo gótico para la creciente congregación presbiteriana de la ciudad, y financiada por un comerciante de la ciudad, Alexander Findlater, de quien tomó su nombre el edificio. La iglesia es popular por haber aparecido en un par de novelas de James Joyce.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Findlater's Church

El Dublin Castle, que fue sede el dominio inglés durante más de 700 años, se utiliza actualmente para reuniones de Estado. Se alza sobre un asentamiento vikingo, cuyos restos pueden visitarse también. Se encuentra en la esquina sudeste de la antigua ciudad normanda amurallada conocida como laguna negra o dubh linn, de donde derivó el actual Dublín. Lo interesante del castillo es la visita guiada que se hace en la que además de explicarnos el origen y posterior historia del edificio, conocemos interesantes datos de la historia irlandesa, tanto durante la ocupación inglesa, como con su posterior independencia. Hay visitas guiadas en varios idiomas, aunque si se puede, lo mejor es hacerla en inglés. Nosotros la hicimos así y pudimos entrar los primeros sin tener que esperar. El inglés que hablan los irlandeses es muy claro y con un nivel medio-alto se entiende todo a la perfección, aunque estas visitas estén pensadas para angloparlantes.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Dublin Castle

No podía faltar una visita un poco más ligera a la Guiness Storehouse, la fábrica de la popular cerveza Guiness. Además de explicarnos el procedimiento de fabricación de la cerveza, que su característico color negro se debe a la utilización de cebada en su preparación, o la importancia social y económica que ha tenido, al final de la visita se puede tomar una pinta de Guiness en la parte alta del edificio, en el Gravity Bar, donde hay unas vistas espectaculares de Dublín, gracias a que se trata de una sala circular situada a gran altura con las paredes totalmente cubiertas por cristal.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

En el exterior de la Guiness Storehouse

Una de las mejores visitas fue la del Trinity College, la famosa Universidad de Dublín por la que pasaron la inmensa mayoría de sus célebres escritores y personajes ilustres. El campus es precioso, un pequeño oasis dentro de la ciudad, pero lo más impresionante es su preciosa biblioteca de forma abovedada, donde tienen una gran cantidad de libros de valor incalculable desde el suelo hasta el techo. No se podían hacer fotografías en el interior, por lo que si queréis verla, os enlazo a esta imagen. Allí también podemos ver el libro de Kells un antiquísimo evangelio, así como una importante colección de manuscritos medievales.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Trinity College


A Irlanda se la conoce como la isla esmeralda por lo verde que es, aún así sobrecoge verlo por uno mismo, el verde es el más verde que hayáis podido ver jamás, en las imágenes por desgracia no se aprecia, es tal el color que parece incluso artificial, un color realmente precioso y que encontraréis por doquier, porque otra cosa que les gusta y respetan los irlandeses es la naturaleza

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

St. Stephen's Green

Todo está limpísimo, los animales van tan tranquilos por los parques y siempre hemos visto a alguien dándole migas de pan a los pájaros. Estuvimos en el precioso St. Stephen's Green, que antiguamente era un territorio comunitario donde tenían lugar los ahorcamientos y que ahora es un precioso y verdísimo parque con patos y cisnes además de, como no, estatuas de ilustres escritores y personajes irlandeses. Es un placer poder pasear por él aunque, en nuestro caso, llovía bastante, pero si queremos verde y unos parques tan maravillosos, la lluvia es un ingrediente imprescindible en la ecuación.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

St. Stephen's Green

¿Y qué otra cosa además de la literatura podía encantarme de esta ciudad? Pues sí, la música. De nuevo, una pequeña isla ha tenido grandes genios en este terreno, conocidísimos son U2 (que no paran de sonar en todos los pubs), Van Morrison, Sinead O'Connor, The Corrs, o los grupos de música celta The Chieftains o The Dubliners. Me quedo con Thin Lizzy y su cantante Phil Lynott. No os imagináis la ilusión que nos hizo encontrarnos con una estatua de él que no sabíamos que existía, ¡nos hicimos hasta cuatro fotos en ella! Thin Lizzy quizá no sea tan conocido por todo el público en España, pero en Irlanda son toda una institución, se escuchan continuamente en los pubs, sus discos están bien visibles en las tiendas de música, y hay imágenes de Phil Lynott por todos lados.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Phil Lynott, cantante, bajista y compositor de Thin Lizzy

Nos encantó ver este muro en una de las calles de Temple Bar, donde se refleja la gran riqueza musical de Irlanda. Y ahora que me doy cuenta, aún no os he hablado de Temple Bar. En Dublín estos días apenas llegadas las 16.30 de la tarde anochecía, con un frío espantoso y venga a llover, con todos los museos cerrados a partir de las 17 horas, ¿cuál era la mejor opción? Pues hacer lo que hacen los autóctonos, que siempre es la mejor idea: irnos de pubs a Temple Bar. Esta es una céntrica zona que toma su nombre de un aristócrata angloirlandés, William Temple, quien fue propietario de los terrenos en el siglo XVII.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Temple Bar

Esta zona peatonal está abarrotada de pubs con una estética cuidadísima y con actuaciones en directo todas las noches en todos ellos, un auténtico lujo, con lo que me gusta la música podéis imaginar lo que  ha supuesto para mí poder ir hasta a cinco o seis conciertos diferentes en una misma noche tan solo cambiando de pub. Y es que estos son gratuitos y a diferencia de lo que sucede muchas veces en España la gente está entregadísima, bailan y cantan las canciones (suelen ser un par de guitarristas o guitarra y bajo en acústico que tocan versiones de canciones conocidísimas). Que presumimos mucho en España de que tenemos la mejor juerga nocturna, pero a mí la de Dublín me ha parecido espectacular: música en directo todas las noches en todos los pubs (incluso el lunes), mucha animación, buena cerveza y gente animadísima.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Temple Bar

Podría estar horas y horas hablándoos de todo lo que hay que ver en Dublín y de lo muchísimo que he disfrutado en la ciudad, pero voy a ir terminando. Son muchas las cosas que visitar, y muchas se nos han quedado en el tintero, por lo que volveremos al país seguro. Uno de los paseos imprescindibles es O'Conell Street donde se encuentra la General Post Office donde se proclamó la República Irlandesa en 1916 y donde aún pueden verse los agujeros de bala en las columnas del pórtico. En esta calle también está el Monument of Light al que se conoce como The Spire (la aguja) con una impresionante altura de 120 metros. La ciudad se extiende a uno y otro lado del río Liffey, desde sus puentes hay unas preciosas vistas de la ciudad.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...
Río Liffey

La mezcla de pasado vikingo, celta y normando le da a Dublín un carácter muy personal. Algo con lo que me quedo es con lo impresionántemente amables, simpáticos y acogedores que son los irlandeses, nada que ver con los ingleses. En el Bed & Breakfast en el que nos alojamos todo fueron facilidades, en la calle, todo el mundo se paraba a ayudarnos con alguna dirección o duda, las visitas guiadas eran un gusto por lo simpatiquísimos que eran los guías. En especial el guía de la casa Number Twenty Nine, una visita obligada, fue encantador, contándonos constantemente anécdotas y chistes que hicieron la visita aún más divertida. Esta es una casa del siglo XVIII de estilo georgiano que se ha conservado íntegramente como era en la época para que podamos ver cómo era la vida de una familia de clase media-alta. Campanillas con distintos sonidos para que los criados acudieran a cada una de las salas de la casa, el cuarto del ama de llaves, los salones para recibir, los dormitorios de la familia o el cuarto de los niños son una delicia. Aunque se trate de épocas diferentes y de clases sociales diferentes, me ha recordado muchísimo a la serie británica Downton Abbey. También es buena idea darse una vuelta por la National Gallery donde hay una sala en exclusiva para los pintores irlandeses, muy poco o nada conocidos en España, y el resto de las salas con pintura de diversos países y donde es interesante ver obras de pintores británicos difíciles de ver en nuestro país.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

En cuanto a la comida, la cosa ha ido mucho mejor de lo que esperaba, el Irish Stew (cordero asado en un lecho de puré de patata) estaba delicioso, también era excepcional la ternera irlandesa, y por supuesto, las patatas fritas son de categoría, caseras y deliciosas. Lo mejor es parar a comer o cenar en un pub, la comida está buenísima y son mucho más económicos que un restaurante. Y aunque hemos tirado mucho de sandwich para poder visitar mucho, éstos están bastante buenos y hay puestos donde comprarlos muy baratos. El , obviamente, delicioso, pero el café, a diferencia de en Inglaterra está también muy bueno, la leche y lácteos en general son también muy buenos. Hay que probar el extraordinario café irlandés, soy muy fan de este tipo de café, incluso lo he preparado en más de una ocasión en casa, y hay que reconocer que el que hacen ellos es excelente, por no hablar de que hacer una parada para tomar uno con el frío que hace allí, consigue que recuperes las fuerzas de manera inmediata. 

 

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...

Para los golosos, malas o buenas noticias, según como se vea, porque hay dulces y pastelería por doquier, y lo presentan de una manera increíble como podéis ver en la foto de abajo, yo no caí, así que no os puedo decir qué tal está, pero todo tenía una pinta estupenda. Y por supuesto, hay que probar la Guiness que está increíblemente más buena que en España (es menos amarga), la Harp, la rubia irlandesa me ha gustado menos, era demasiado floja, como aguada. Tenéis de todos modos un montón de marcas en los pubs, y ante la duda se pueden beber pintas de la siempre socorrida Heineken.

De viaje a Dublín: una ciudad llena de literatura, música, cultura y mucho más...
 

Pero bueno, paro ya que me estaría todo el día, tan solo quiero recomendaros que si podéis visitéis esta magnífica ciudad, donde hay de todo: cultura y muchísima marcha nocturna. Me despido con la canción que ha sido la sintonía del viaje tanto en su versión tradicional como la que nos gusta a nosotros de Thin Lizzy, Whiskey in the jarr, y os deseo una feliz navidad en gaélico irlandés:

Nollaig shona duit



Volver a la Portada de Logo Paperblog