Particularmente duro fue el bombardeo del 6 de diciembre de 1991 cuando los asediadores decidieron tomar la Ciudad. Durante esta jornada cayeron más de 2000 bombas sobre la ciudad causando grandes destrozos en los inmuebles en el casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
Este mes de mayo he visitado la ciudad rehabilitada, esplendorosa, llena de turistas a pesar de no ser temporada alta. Un gran esfuerzo de los croatas, sin duda.