Duck Hee Lee nació el 29 de mayo de 1998. A los catorce años y tras ganar un partido en un Future disputado en Japón, ha logrado su primer punto ATP y en diez días aparecerá por primera vez en los rankings profesionales. Hasta ahí nada raro más allá de la precocidad de este jugador surcoreano que apenas ha iniciado su adolescencia. Lo más impresionante de todo esto es que el asiático es sordo de nacimiento. A pesar de ello, su discapacidad auditiva no le impide perseguir su sueño.La historia de Duck Hee Lee es diferente a la de los demás tenistas. Nacido en Jechon, una ciudad situada en la provincia de Chuncheon, a mediados de 1998, empezó a jugar al tenis a los siete años. Su mayor problema es la discapacidad auditiva que le acompaña desde su nacimiento. A sabiendas de este hándicap, aprendió a comunicarse con su entrenador Park Kyung Heeon, ya fuese mediante el lenguaje de signos, leyendo los labios o a través de mensajes escritos. “Nunca ha permitido que su limitación afectara el juego. Trabaja muy duro día a día en los golpes y la condición física. Quiere ser el mejor”, comenta el técnico.El nombre de Lee empezó a ser conocido en el mundo del tenis el pasado mes de enero. Se disputaba el Open de Australia y en la segunda semana entraban en liza los mejores juniors del mundo. Entre ellos, estaba el joven surcoreano, que pasó la fase previa, la primera ronda, y solo cedería en su segundo encuentro del cuadro final ante Christian Garín, que ganaría un mes después su primer partido en un torneo ATP en el evento 250 de Viña del Mar. En Melbourne Park, se conoció la historia de Duck, y la gente se maravilló por su afán de superación a pesar de padecer sordera."Me puedo concentrar únicamente en mi juego porque no oigo nada, es más conveniente para jugar”, afirma con una sinceridad abrumadora el asiático a Reuters. Pero claro, no todos son ventajas, como bien comentaba el precoz tenista a la agencia de noticias y recogía posteriormente el diario Clarín, la comunicación en pista es complicada: “El tenis es mi vida. Lo más difícil es la comunicación con los jueces de silla y los jueces de línea. No escucho sus indicaciones, sobre todo cuando cantan un out, por lo que a veces continúo jugando aunque hayan mandado repetir el saque. Es un poco difícil, pero nada especial".Actualmente ocupa el puesto número 83 en los rankings junior que elabora la ITF, siendo su mejor resultado el torneo de Grado 3 que ganó en la ciudad india de Chandigarh a inicios de curso. En el circuito profesional, con solo catorce años, ha hecho su debut disputando un evento Future en Japón. En Tsukuba, pasó la fase de calificación y accedió a la segunda ronda tras ganar al local Masatoshi Miyazaki, lo que le ha dado su primer punto ATP y que por tanto, le hará tener ranking por primera vez en su carrera dentro de diez días, cuando se contabilicen los resultados cosechados en esta semana.Su gran ídolo es Roger Federer, al que pudo ver en una exhibición en la que el de Basilea participó. "Fue increíble verlo. Me gustaría ser como él algún día", comentó el surcoreano. No todos los jugadores de catorce años ya pueden presumir de tener ranking ATP, de hecho cuando aparezca el quince de abril por primera vez en la clasificación mundial será el jugador más joven en hacerlo de los que actualmente están en activo, pero no obstante, hay que ser cautelosos con los talentos precoces. Tenistas que un principio prometían, han ido cayendo poco a poco en el olvido en cuanto no pudieron responder a las expectativas que se habían creado en torno a ellos. En nuestro país tenemos el claro ejemplo de Carlos Boluda-Purkiss, que dominaba las categorías inferiores y que en cuanto comenzó su etapa junior, fue claramente sobrepasado por otros compañeros de generación que se desarrollaron de forma más tardía.Duck Hee Lee es un jugador prometedor, de eso no hay dudas. Su nación, Corea del Sur, busca un tenista referente, puesto vacante en un país que se acostumbró a tener en Hyung-Taik Lee a un top100 capaz de hacerlo bien en los torneos más importantes del mundo. Woong-Sun Jun, el talento de Seúl que fue top-ten junior en 2004, cayó en el olvido tras llegar a ser el 230 del mundo en mayo de 2008. Por tanto, hay que ir con pies de plomo. Es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero la verdad es que el chico de Jechon, a pesar de su discapacidad auditiva, promete dar muchas alegrías a los surcoreanos y al tenis asiático en general. Todo un ejemplo de superación.
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