Hace poco más de un año empecé a pensar en cómo la música podía inspirar y ayudar a transmitir ideas sobre estilos de liderazgo. Si bien al principio se me ocurrieron algunas cosas, el balance de ese “pararte a pensar” no fue del todo satisfactorio. De hecho, creo que las pausas para pensar no me suelen dar buen resultado. En cambio las ideas empezaron a surgir ellas solas en momentos no dedicados específicamente a pensar. Son esos momentos en los que el cerebro se pone en stand-by y solo tienes que hacer actividades físicas como mover dos piernas en una cinta de correr, mantener el equilibrio en una bicicleta, levantar unos pocos kilos en movimientos repetitivos… O el momento más productivo de todos en cuestiones de creatividad y de liberación de tensiones; es un momento delicado pero si tuviera que pensar un eufemismo lo llamaría el momento del apocalipsis biológico.
Por desgracia muchas de esas ideas/dudas han volado como llegaron pero últimamente estoy tomando nota de ellas (¡viva evernote!) y quiero empezar a compartirlas en el blog no solo por el hecho de compartirlas, sino porque para mi es una forma de reflexionar sobre las mismas y llegar a conclusiones algo más sólidas y elaboradas que una simple idea (o duda) de retrete. Nos leemos