Deja que el sueño
te convierta en un ser efímero y eterno,
en un recuerdo,
en el transcurso de momentos
de otro tiempo.
Abro los ojos y sé que no te tengo,
pero sigues aquí, conmigo,
cada noche formas parte de mis sueños,
cierro los ojos y te veo.
Me extiendes la mano,
siento el roce de tus dedos
y tu presencia, a mi lado,
tan cerca, y a la vez tan lejos.
Me faltas, noto tu vacío,
aunque te llevo dentro.
Mi interior esta lleno;
parte es llanto que me ahoga,
lágrimas que pretenden borrarte,
diluir tu memoria en su tristeza,
por eso no lloro, no las dejo.
Te has ido, pero vives en mis sueños.
No te he perdido; te quiero.