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1.- EL ORIGEN
Los principios
El Km 0 o punto de encuentro
La alternativa está echada, comienza el nuevo hombre comienza un nuevo proceso donde se originan cambios progresivos y modificación de apetencias, (una metanoia, un cambio de 180 grados) siendo sellado por el ES y en necesidad imperante de conocer a su Creador Ef.1:17-18. Dejando a un lado la incesante corriente de este mundo y su determinado influjo (Ef.2:1,2,3).
La gracia de Dios
La Gracia como atributo de Dios (Col 1:6) interviene en el nuevo hombre, no como elemento superficial o abstracto sino como una herramienta eficaz dirigida y puesta en Jesús, la cual reabunda en la Fe (que es la respuesta agradecida y responsable hacia la iniciativa de Dios).
El nuevo hombre podemos decir que está bajo la cobertura de la Gracia de Dios y todo lo que concierne al hombre en su santificación y purificación se centra en ella. Recordando en todo momento que ha sido (un favor inmerecido por nuestra parte que Dios ha propiciado).
2.-SU NATURALEZA
El estado natural del viejo hombre
La Muerte espiritual es el estado del hombre natural, no está regenerado, se encuentra todavía en la esclavitud del pecado. (Ef.2:1) encontrándose lejos de la causa de Dios (Ef.4:8) y descolgado y destituido del espíritu.
Hay una extensión más dimensionada que la muerte física y que corresponde a todo ser humano, es la muerte espiritual, como separación eterna en un prolongado sufrir concerniente al alma.
Como seres humanos somos poseedores y herederos de una naturaleza pecaminosa, en un mundo donde el pecado es triunfal, lejos y equidistante de la causa de Cristo.
Nuestra vieja naturaleza nos hace a veces caer en el fondo, la semilla del pecado, es latente. El viejo hombre no posee la regeneración (Ro.6:16), no es participante de esa plenitud de esa nueva sabia y vida Divina (2ª Pd. 1.4) y en ninguna manera el viejo hombre es renovado o reformado (2ª Cor. 5.17)
El nuevo hombre
Hemos visto, el origen, el contraste y el punto culminante en el cambio y trayectoria.
El prototipo más grande o ejemplaridad del nuevo hombre lo tenemos en "Cristo" afirmado en el creyente, el 2º Adan, el primero desobedeció a Dios donde surgió y nació el viejo hombre o la naturaleza pecaminosa. El segundo Adan (Cristo) sin mancha, llevó su misión hasta el fín.
El desarrollo del nuevo hombre, aunque tuvo un punto de partida, la chispa del Espíritu activó el motor del nuevo hombre, donde tuvo que empezar a caminar poco a poco e ir tomando velocidad, un mal desajuste del motor, una mala carburación puede hacer que el motor se vaya parando y rápidamente entre en acción la oxidación del motor o la vieja naturaleza la cual empieza a apropiarse del individuo.
Pablo nos afirma que nos despojemos de nuestra antigua manera de vivir, que nos despojemos del viejo hombre, el que está latiendo conforme a nuestros deseos engañosos, debemos de pasar por un proceso de renovación interior en el espíritu y en nuestra mente, en consecuencia nos debemos de vestir del nuevo hombre, que es creado, originado según Dios en Justicia y en santidad, y en la verdad (Ef.4:22,23,24).
Pablo también nos alienta a recordar de que en otro tiempo nosotros en cuanto a la carne eramos llamados incircuncisos por la llamada circuncisión (Gen.17:11,12,13 Y 14), nos recuerda de que antes estábamos sin Cristo, ajenos a la ciudadanía de Israel, y por supuesto ajenos a los pactos de la promesa y sin Dios en este mundo, (Ef. 2:12). El elemento mediador para poder ser aceptador y cercanos a Dios es la sangre de Cristo, como símbolo expiatorio en la cruz del calvario.