Cuando nos dijeron la terrible frase de “No hay latido”, el mundo se nos paró y empezaron a pasar cosas por la cabeza a una velocidad enorme, ¿cómo? ¿No puede ser? ¡Busca bien seguro que tiene! ¡Esto es una pesadilla y ahora despertaremos!
Muchas más cosas pasaron por nuestra cabeza… Y con esta dolorosa noticia comenzamos, en ese momento sin saberlo, a vivir La primera fase del duelo “Fase de negación” pero para mi era una “Fase de es verdad, ha pasado” no me creía que eso nos podía pasar 😦 . Nosotros tuvimos un médico que puede que fuera muy frío, pero intentó que pasáramos rápido esa fase… Recuerdo que nos dijo más o menos con estas palabras “Ha sido un accidente y os ha tocado a vosotros, estas cosas pasan pero tenéis que intentar no tener miedo… También te puede caer una maceta en la cabeza paseando por la calle”.
Esa fase no nos duró sólo un día, estuvimos varios días llorando. Yo me despertaba por las noches pensando que todo había sido un sueño, una pesadilla pero que no había pasado, era imposible…
Necesité junto a mi mujer aislarnos dos semanas y apagar teléfonos, no quería escuchar frases de apoyo, pensaba que nadie se puede imaginar lo que es una perdida si no la ha sufrido… En ese momento pensaba que no tenía nada que ver una perdida a las pocas semanas, que la nuestra que ya estaba el embarazo a término… Con el tiempo y tras leer mucho y hablar con gente… Una pérdida es lo más doloroso del mundo, da igual el tiempo que lleve nuestro bebé con nosotros. Y algo que me costó entender es que cada persona lo tiene que vivir a su manera y a su ritmo.
Este camino tan duro, solo acababa de empezar…
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