La Universidad de Duke se ha impuesto esta noche a la de Butler en la final del campeonato de la NCAA por 61-59, conquistando así el cuarto entorchado de su historia, y aplazando para otra ocasión la leyenda de David frente a Goliath. Mike Krzyzewski entra así en el podium de los entrenadores más laureados de la NCAA con su cuarto campeonato, acompañado de Adolph Rupp (también con 4), pero lejos de los diez de John Wooden. Pero si hay alguien victorioso de este envite ha sido sin duda el baloncesto. Una final igualadísima, en la que las ventajas a favor de uno u otro no pasaron apenas de los 6 puntos, y con un último minuto memorable.
Duke partía como favorito por haber conseguido el seed 1 en su región, mientras que Butler había destrozado las apuestas al llegar a la final desde el seed 5, derrotando a equipos teóricamente más poderosos. A un partido estos condicionantes eran mera anécdota, como quedó patente en una de las finales más competidas e igualadas de los últimos años.
Como dije en el anterior artículo, las diferencias en el juego interior de ambos conjuntos marcaron la pauta de la victoria Devil. El partido comenzó como era previsible, con una defensa presionante de Butler y con un nada atenazado juego de contacto de Duke. El escolta de los Bulldogs Shelvin Mack empezó con la muñeca caliente desde el perímetro, pero los Blue Devils ajustaron la defensa y reforzaron el rebote, y los de Coach K se fueron distanciando poco a poco en el marcador. El incansable luchador Matt Howard cometía su segunda falta, y el joven entrenador Stevens le mandaba al banco. Su sustituto Avery Jukes fue el invitado menos esperado a la fiesta, y con unos minutos de inspiración (dos triples incluidos) volvía a colocar a Butler en la brecha. Un par de contraataques efectivos tras robos de Jon Scheyer y Miles Plumlee tranquilizaron algo a Coach K, que se iba al descanso uno arriba en el marcador.
En la segunda parte, los de Brad Stevens tampoco se amilanaron y se pusieron de nuevo por delante en el marcador gracias a Matt Howard y a Ronald Nored. El juego de Duke seguía sin mostrar visos de la contundencia enseñada en anteriores encuentros, pero casi siempre estaban tenían la iniciativa en el electrónico. La tercera falta de Howard volvía a aparcarle en el banco, sólo que esta vez Jukes no fue factor sorpresa. De nuevo el rebote ofensivo y las segundas y terceras opciones de Duke le permitieron coger una ventaja de cinco puntos. Además, Kyle Singler se unía al entramado Devil, con un tapón y un triple en la jugada siguiente. El trabajo hasta entonces del intimidador Brian Zoubek y del agotador Lance Thomas había sido extraordinario.
Gordon Hayward no había estado especialmente afortunado en ataque hasta entonces (2 de 11 en tiros de campo), pero había provocado varias faltas, entre ellas las cuartas de Zoubek y Thomas. En los tiros libres sí se mostró infalible (8 de 8), para situar a Butler tan solo a un punto. La respuesta de Singler fue inmediata con una canasta de dos tras una laboriosa jugada de ajedrez.
Los últimos momentos del partido son inolvidables. Hayward busca posición de tiro ganador a falta de 10 segundos para terminar el partido, con uno arriba para Duke, pero Zoubek intimida lo suficiente para que falle, y el propio pívot se hace con el rebote, para ser inmediatamente objeto de falta. Quedan algo más de tres segundos. Zoubek se dirige a la línea de tiros libres, anota el primero, pero falla a conciencia el segundo. Hayward se le anticipa al rebote, corre hacia la canasta rival, lanza desde el centro del campo y el aro escupe el balón. Fin amargo para el cuento de Cenicienta y victoria de una universidad de Duke que, si bien mereció el título, también supo reconocer los méritos de su rival con las palabras de Coach K.
El premio al jugador del partido se lo llevó Kyle Singler, que consiguió 19 puntos, 9 rebotes y 2 asistencias, y varias acciones defensivas de mérito. Con este galardón, su cotización cara al draft sube y es posible que no trata de realizar un complicado back-to-back en su año senior.
Si después de toda la emoción narrada seguís teniendo ganas de ver el partido, ya sabéis que se puede obtener en diferido en el enlace de March Madness On Demand. ¡Ya estoy impaciente para la competición del año que viene!
PD: Encontré un documento sobre los entrenadores más laureados de la NCAA, que quizá pueda interesaros.
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