Sinopsis (traducción personal)
Devastadoramente guapo. Vanidoso. Poco escrupuloso. Valentine Napier, el duque de Montgomery, es el hombre sobre el que Londres todos susurran. Montgomery, un notorio libertino y chantajista, ha regresado del exilio con la intención de vengarse de quienes le han hecho daño. Pero lo que encuentre en su propio dormitorio puede arruinar todos sus planes.
Nacida bastarda, la ama de llaves Bridget Crumb es inteligente, audaz y ferozmente leal. Cuando su madre, aristocrática, se convierte en el objetivo de la extorsión del duque, Bridget empieza a trabajar allí para buscar las pruebas incriminatorias y descubre algo mucho más peligroso.
Sorprendido por el espía en su casa engañosamente remilgado y sorprendentemente ingenioso, Montgomery está intrigado. Y por mucho que lo intente, Bridget no puede resistirse al duque astutamente encantador. Ahora que los dos comienzan su traicionero juego del gato y el ratón, pronto se dan cuenta de que ambos tienen secretos, y que ninguno puede ser tan nefasto ni tan inocente como parecen. . .
Opinión personal
Calificación:Me había propuesto el reto de terminar esta serie el año pasado, pero esta novela la terminé en diciembre— aún me quedaban dos libros, pero me he dado prisa y ya la he terminado.
Tenía muchísimas ganas de leer la historia de Napier, lleva varios libros dando la lata como el malo-malote y son personajes que me apasionan, siempre ante la duda de si la autora será capaz de salir airosa con el gran tópico del perverso redimido por la damisela. Tantas ganas tenía que lo empecé sin que le tocara el turno y, de primeras, me llevé un buen spoiler.
En esta novela, la autora está tan centrada en el personaje de Valentine que su historia con Bridget está un poco en segundo plano. Y, por el contrario, es uno de los pocos libros en el que el siguiente protagonista no tiene un papel más, no puedo decir importante, pero sí que aparece en apenas un par de escenas, con lo que no te quedas con tantas ganas de coger la siguiente historia.
Napier me ha gustado mucho como personaje, creo que es uno de los mejores de la serie. Un hombre turbado por una (sí algo demasiado tópico y recurrente) infancia desdichada. Pero es que lo que comenta de sus progenitores, de ambos, aunque en apenas unas escenas, te dan escalofríos. No es que no haya tenido amor, eso es algo que, en la historia anterior, queda muy patente que su padre no era un buen hombre. Pero las monstruosidades a las que lo somete para hacer de un niño su fiel reflejo, no tienen fin. La maldad no tiene límites y Valentine solo conoce un comportamiento y es incapaz de distinguir qué está bien y qué está mal.
Si me apuráis, creo que, incluso, llega a estar un poco perturbado (
algo que tampoco nos puede extrañar) y la línea que separa en muchas de sus conversaciones la cordura de la locura es realmente muy fina. A todo ello le acompaña un comportamiento que, si bien resulta en muchas ocasiones de lo más divertido, es fiel reflejo que es una persona del todo inestable y las palabras con las que lo describen en la sinopsis, se quedan muy, muy cortas.
Si algo me ha gustado de su historia y de la decisión que toma la autora es que es un hombre malo y termina siendo un hombre malo. Esa es la sensación que me ha quedado al final.
Elizabeth Hoyt no busca un alma que lo redima y le haga hacer el bien y que se de cuenta de todos sus errores, no. Bridget llega a amarlo sabiendo perfectamente quien es, lo que ha hecho y lo que es capaz de hacer. Eso es algo que me ha gustado mucho.
No obstante, y por consiguiente, esa parte romántica no ha terminado de convencerme.
Bridget me ha gustado mucho, inteligente, dura, sensata, pero al mismo tiempo tan necesitada de ser algo más que una persona que pasa desapercibida. Busca la aceptación que no ha tenido nunca y esa persona que la ve, realmente la ve; la termina deslumbrando. Pero no sé si todo lo que ella presencia, al menos si me pusiera en su lugar, es capaz de verlo desde tan de fuera (no sé si me explico) como para pasarlo por alto.
En realidad, forman una muy buena pareja y, quizás debido a que el sexo ha estado tan presente en la vida de Valentine, siendo una de las cosas que primero le llaman la atención de su astuta ama de llaves, las escenas de lujuria desinhibida no son tantas como en otras entregas.
La novela está llena de muchos significados, empezando por el apodo del título y la forma en la que él empieza a llamarla, el que no sepa su nombre tiene también mucho significado, así como esa sociedad secreta que es uno de los puntos de misterio que aparecen de forma secundaria. La novela, sin embargo, está centradísima en el personaje masculino, en cómo es, en sus sentimientos y, sobre todo, en la forma que el contacto y lo que él siente por Bridget le van afectando a su comportamiento.
Muchos de sus sentimiento sorprenden, porque cuando esperas que explote con furia, se comporta como un hombre encantador y, a través de esas sorpresas es cuando se va viendo la evolución de lo que siente; pese a que a todos nos haga creer que no tiene corazón, es más algo autoimpuesto: no amar.
Valentine Napier me ha resultado un personaje muy convincente, no así Bridget, que me ha quedado mucho más difuminada. Y creo que la autora se ha emocionado tanto con él, que le ha quedado poco espacio para desarrollar la trama secundaria. Hay cosas que quedan demasiado en el aire y, sobre todo, que al final, todo lo que él ha hecho a lo largo de su vida no haya tenido mayor importancia. Me ha dado la sensación de que su historia está inconclusa y no sé si la autora tiene la intención de que los personajes tengan aparición en futuras entregas.
En su conjunto, es una novela que he disfrutado mucho, pero más por ese personaje que me ha tenido fascinada que por la trama en sí. Me esperaba algo más de esta relación de amor, aunque quizás, la autora, dejándola tal cual ha hecho el mejor trabajo porque hacer creer al lector que Napier pasa de ser ese ser malvado y convertirse en una buena persona es totalmente una utopía.
Una novela con humor, mucho humor, las conversaciones y escenas entre ambos me han arrancado más de una sonrisa. Es curioso porque, aun sabiendo lo malo que es Napier, me ha sido imposible no cogerle aprecio ya que en el fondo es un hombre encantador cuando quiere y con quien quiere y, con Bridget, esa mujer que lo supera y a la que admira, le deja tener poder sobre él. Porque lo importante, es el poder.
Esperaba más y, al final, todo la situación a la que poco a poco vamos llegando, se termina resolviendo en un par de páginas. Creo que Valentine y Bridget se merecían algo más desarrollado y menos abrupto.
Media estrella es para él.
Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora
Pepa