A mis espaldas canto una proezaconstruida sobre asfaltos de ilusión,buscada desde barrios sin nobleza,Oliver y Benji en televisión.
La dulce furia roja se hizo noche,un azul ensoñado de los tiemposque aguardaban silentes el derrochede sueños bajo camisetas, cuerpos.
Y fue entonces cuando el pequeño Iniestaen el minuto ciento dieciséismarcó el chupinazo de la gran fiesta.
Y estando sobre una altura absolutano dedicó su gol a ningún dios,sino a Dani Jarque y Antonio Puerta.
Decidme que habéis llorado sonriendoporque ganar con humildad y amor, con la memoria encendida, es tremendo.
Poem by W.