Contiene comentarios que ciertas personas pueden considerar como spoilers.
Dune fue una novela, publicada por Frank Herbert (1920-1986) en 1965, que inauguró toda una saga, continuada después por su hijo. En los años 80 el director David Lynch realizó una película adaptando esta primera novela de la saga y ahora Denis Villeneuve la ha adaptado también, aunque en dos películas, estrenándose ahora la primera.
La acción de Dune nos traslada más de 8 mil años en el futuro, al año 10991. La humanidad se ha expandido por el universo. Hay un imperio que domina muchos sistemas solares y planetas habitados. Hay un planeta desértico, parte del imperio, llamado Arrakis o Dune, donde se produce "la especia", lo más valioso del universo porque permite los viajes interestelares.
Arrakis lo ha gobernado en nombre del emperador la casa Harkonnen, los últimos 80 años. Un día el emperador (al que no vemos nunca, por lo menos en esta primera parte) decide arrebatar al barón Harkonnen el dominio de Arrakis para entregárselo a la casa Atreides, liderada por el duque Leto Atreides (interpretado por Oscar Isaac, con solvencia).
Así empieza esta fabulosa y grandiosa película de ciencia ficción. Dune nos lleva a un mundo de contrastes donde gigantescas naves espaciales capaces de atravesar muchos años luz en un momento o naves más pequeñas que vuelan como colibríes conviven con un sistema medieval de casas nobiliarias o con luchas a cuchillo.
El personaje de Paul Atreides, hijo y heredero del duque Leto, está interpretado por Timothee Chalamet. Lo hace bien, aunque sin llegar a la excelencia.
Rebecca Ferguson es la concubina de Leto y madre de Paul. Está fantástica, refleja muy bien las tensiones internas de una mujer dividida entre su orden religiosa y su familia. De las mejores interpretaciones de la película.
Zendaya es Chani, de los fremen, el pueblo que vive en el desierto de Arrakis. No aparece hasta el final de esta primera parte, la veremos más en la segunda. Por el escaso metraje de que dispone en esta no se puede decir mucho de la actuación de Zendaya.
Jason Momoa es Duncan, un guerrero con fidelidad absoluta a la casa Atreides. Un papel a la medida de Momoa, un personaje de los que él suele hacer: un poco fanfarrón, con poco seso pero con buen fondo.
Stellan Skarsgard es el barón Harkonnen, el villano de la película. Da la medida del personaje, logra transmitir la enorme repugnancia física y moral del mismo.
Dave Bautista es Glossu, sobrino y mano derecha del barón Harkonnen. Un papel muy diferente del gracioso Drax, interpretado por Bautista para Marvel. Dispuesto a cometer cualquier maldad para complacer a su tío y señor. Sin destacar sobre manera, el actor lo hace bien.
Javier Bardem, nuestro compatriota, es Stilgar, líder de los fremen. No logra transmitir el carisma que todo líder ha de tener, parece un líder débil. El escupitajo en la mesa de Leto hubiera ayudado a verle como alguien más "badass", pero pronto vemos que eso no es un gesto de desafío, sino un saludo tradicional en Arrakis. Tal vez lo que se pretendía precisamente era mostrar a Stilgar como un líder débil. Entonces Bardem sí logró el propósito.
La música de Hans Zimmer es un personaje más. Un poderoso y omnipresente personaje.
La película en general puede que sea, hasta el momento, la mejor del año. Lo que destaca sobre todo de ella es que el director se toma su tiempo para contar la historia ( de hecho David Lynch adaptó Dune en una película y Villeneuve lo va a hacer en dos). Así, con más tiempo, podemos empatizar mejor con los personajes y comprender mejor su historia, sus motivaciones. Todo es enorme en Dune. Las grandes naves, los ciclópeos edificios, los gusanos de 400 metros de largo que viven en Arrakis. Pero también la historia que se nos quiere contar es enorme, llena de mensajes sobre el poder, la familia, la lealtad, el miedo, el coraje.
El avance: