Termino mi tanda de dúos de verano con una combinación que es un clásico cada estío: no en vano, el azul marino junto con blanco dan lugar a propuestas navy que nunca pasan de moda. En el post de hoy veremos un vestido que tiene sus años (doce, para ser exacta) pero con el que me siento cómoda por más tiempo que pase. Junto a él, un sencillo maquillaje con su toque de azul marino pero muy ligero, perfecto para estos últimos días de verano.
Vamos a verlo!
Como os decía en la entradilla, es una propuesta ligera pero favorecedora gracias a tres puntos principales:
- Destacar la luminosidad de la piel, que mantiene el bronceado sin estar exageradamente morena.
- Dar un aire juvenil a las facciones gracias al uso del rosa intenso (pero no fucsia) en mejillas y labios.
- Aplicar un toque de azul, para combinarlo con la propuesta de ropa.
El resto de productos (broncer, iluminador, base...) los tenéis en la imagen:
2. El vestido.
Ya les he contado algo más arriba que este vestido tiene la friolera de 12 años. Además de gustarme (es comodísimo,de algodón y se adapta perfectamente: no tiene ni cremalleras ni costuras apenas, sólo un elástico en la parte del pecho en que es palabra de honor) me trae muy buenos recuerdos. Lo compré en mi primer destino profesional, que fue Córdoba y es una época en la que empezaba a ser independiente y por eso la recuerdo con muchísimo cariño. Es de Blanco. Lo acompañé con complementos sencillos: unas sandalias que les enseñé en un haul de principios de verano, y un collar de Rosewholesale que les mostré aquí. Y esto es todo, una propuesta que no pasa de moda y con la que estoy cómoda siempre. ¡Espero que les haya gustado! BESOS!!